El 17 de agosto de 2017, un atentado terrorista sacudió a Cataluña. Ese día, un grupo yihadista atacó el paseo Las Ramblas con un atropello masivo que terminó con 16 personas fallecidas y 140 heridos.

Pero ese no era su único objetivo. Hoy inició el juicio en la Audiencia Nacional en contra de los tres integrantes de la célula y, de acuerdo a Sport, su idea era lograr un ataque aún mayor.

Tres días después, el 20 de agosto, el blanco iba a ser el estadio Camp Nou durante un partido del FC Barcelona contra el Real Betis.

“Según se desprende del contenido de ordenadores incautados al grupo y de la declaración de uno de sus integrantes, su pretensión era cometer un atentado con furgoneta bomba, granadas y cinturones explosivos”, señaló el citado medio.

Además, detallaron que “días antes, la dependienta de la tienda oficial del FC Barcelona confirmó que, al menos, dos miembros de la célula estuvieron allí comprando productos del club y no se descarta que quisieran hacerse pasar por aficionados”.

Cabe mencionar que los tres acusados de pertenecer a la célula yihadista de Ripoll enfrentan a una petición fiscal de entre 8 y 41 años de prisión.