Hizo historia. Kingsley Coman, a sus 24 años, se transformó en el gran protagonista de la final de la Champions League.

El ariete, de los registros del Bayern Múnich, anotó el único tanto del duelo por el título y le dio la ‘Orejona’ al elenco germano ante PSG.

Coman, francés y formado precisamente en el equipo de París, aprovechó un centro preciso de Kimmich para anotar, sin marca, con un certero cabezazo.

Consignemos que Bayern Múnich volvió a ganar la ‘Champions’ tras siete años, y lo hizo en grande: ganando los 11 partidos que disputó.

De esta manera, el ‘gigante bávaro’ hizo historia al convertirse en el primer campeón invicto con el formato moderno del torneo (fases previa, grupos y eliminatoria).

Se trata de la sexta vez que el Bayern se corona como el mejor del ‘Viejo Continente’.