El equipo de Rio de Janeiro Vasco da Gama anunció que 16 de sus jugadores resultaron positivos para covid-19.

El club carioca realizó 350 test incluyendo jugadores, equipo técnico, familiares y personas próximas a la plantilla, informó el director médico, Marcos Teixeira, en un video difundido en el canal de YouTube Vasco Tv.

“Observamos 16 atletas que vinieron con exámenes positivos. Fueron separados del grupo, continuarán con contacto médico y exámenes seriados hasta que estemos seguros que no podrán transmitir el vírus para el resto del elenco”, precisó Teixeira.

El director médico explicó que están realizando test rápidos y RT-PCR de forma programada. Los exámenes están siendo realizados semanalmente como medida de control.

Teixeira dijo que aproximadamente 30% de las personas observadas “ya estuvieron en contacto con el nuevo coronavirus”, entre ellos tres de los jugadores del club.

Vasco da Gama, de la primera división del fútbol brasileño, defiende el regreso de las actividades deportivas en el país, paralizadas desde hace más de dos meses debido a las medidas de cuarentena y distanciamiento social impulsada por autoridades regionales y municipales para contener la propagación de la enfermedad.

Algunos equipos, sin embargo, retomaron los entrenamientos presenciales en mayo.

Brasil alcanzó el domingo 514.849 diagnósticos y 29.314 óbitos por la pandemia, el segundo país del mundo en casos y el cuarto en víctimas fatales.

El presidente Jair Bolsonaro insiste desde el comienzo de la crisis en criticar las medidas de confinamiento debido al impacto en la economía. En diversas alocuciones también ha opinado que el fútbol debería volver a las canchas.

Los presidentes de Vasco y el también carioca Flamengo, Alexandre Campello y Rodolfo Landim, se reunieron con Bolsonaro hace casi dos semanas para conversar sobre el tema.

En Brasil, el fútbol no está escapando de la crisis política marcada por ataques de Bolsonaro a autoridades regionales y municipales, así como tensiones con los otros poderes públicos.

El domingo, en un acto simbólico, las hinchadas de los rivales Corinthians y Palmeiras se unieron en una manifestación “anti-fascista” en Sao Paulo que terminó siendo dispersada por la policía.