Este domingo, Deportivo Saprissa empató 1-1 con la Liga Deportiva Alajuelense en una nueva versión del clásico costarricense.

Como es la tónica en esta clase de encuentros, se trató de un partido ‘caliente’ en el Estadio Ricardo Saprissa Aymá, que se vio empañado por incidentes protagonizados por la barra local contra la policía.

El árbitro debió parar el encuentro en dos ocasiones debido a la violenta gresca que protagonizaban miembros de la Barra Ultra Morada entre ellos, y con efectivos de seguridad.

Primero fueron cinco minutos, pero los niveles de violencia no bajaron. Jugadores del cuadro local trataron de apaciguar los ánimos sin resultado y tras veinte minutos se pudo reanudar el partido, dejando un saldo de 15 detenidos.

Después de lo ocurrido, el presidente del club, Juan Carlos Rojas, anunció que vetó el sector de la barra y lo ampliará a un espacio familiar, recalcando que ‘ya fue suficiente’.

“Esto es inaceptable y va totalmente en contra de nuestros esfuerzos y valores de tener el estadio más familiar de la región. Nos debemos a las familias, a los niños y jóvenes, que quieren ir al Saprissa a disfrutar de manera cómoda y segura un partido de fútbol”, recalcó.

En la misma línea, agregó que “vamos a ser muy firmes en luchar por esta visión, y hoy damos un paso histórico hacia dicho objetivo”.