Un nuevo episodio racista contra un jugador del Chelsea marcó el partido en el que los ‘blues’ se quedaron con la victoria ante el Tottenham por 2-0 este domingo.

El defensor Antonio Rudiger fue la víctima. A los 62 minutos protagonizó una acción junto al corean Son, en la que el asiático terminó expulsado y generó el enojo de gran parte del Tottenham Hotspur Stadium.

Minutos más tarde comenzó una pesadilla para el defensor del Chelsea, que recibió gritos y cánticos racistas de manera insistente. De hecho, a través de altoparlantes advirtieron al público en tres ocasiones sobre la situación, sin embargo, el hostigamiento continuó.

Pese a que desde la UEFA la instrucción en estos casos es que el partido debe detenerse y los jugadores abandonar el terreno de juego a la tercera advertencia, el juego siguió.

“Es realmente triste ver racismo nuevamente en un partido de fútbol, pero creo que es muy importante hablar de esto en público. Si no, se va a volver a olvidar en un par de días, como siempre”, empezó diciendo el defensor a través de redes sociales luego del encuentro.

En tanto, desde el club local indicaron que “Cualquier tipo de racismo es inaceptable, y no será tolerado en nuestro estadio. Tomamos estas cuestiones de forma extremadamente seria, y aplicaremos las medidas más firmes contra cualquiera que se comporte de esa manera”.