Un nuevo superclásico del fútbol argentino en Copa Libertadores se jugará este martes, cuando Boca Juniors y River Plate se enfrenten en el partido de ida de semifinales de Copa Libertadores.
Será un nuevo capítulo en el extenso historial entre ambos equipos en el torneo continental. En este siglo, ya será la quinta vez que se enfrenten en fases definitorias. Una serie en cuartos de final en 2000, una semifinal en 2004, octavos de final en 2015 y una final en el 2018 anteceden el historial reciente del duelo.
Y como es de esperar, son varias las anécdotas que han condimentado estos clásicos continentales. Justamente el primero que recordamos tiene a un chileno involucrado.
Fue en el partido de vuelta de la semifinal que se disputó en 2004 y el escenario fue el mismo que el de este martes: el Monumental de Núñez.
Tras un gol de Luis González para River, la serie estaba empatada gracias al 1-0 de Boca en la ida en La Bombonera (global 1-1). A los 60 minutos ingresó Marcelo Salas en reemplazo de un joven Javier Mascherano.
Minutos más tarde, Guillermo Barros Schelotto recibió un foul cortesía de Cristián Nasuti. Mientras “chapita” reclamaba desde el piso, se acercó Marcelo Salas para pedirle que se levantara, a lo que Barros Schelotto lo miró sorprendido y le dijo: “Marcelo, ¿Eres tú? ¡Qué gordo estás!”.
La anécdota corrió como rumor en Argentina, hasta que el árbitro Héctor Baldassi lo confirmó en una autobiografía y aprovechó de contar la historia en la televisión.
“Si ponen a Palermo en el banco, yo lo pongo a Enzo”
Otra de las sabrosas historias que dejó este choque en Libertadores fue el recordado regreso de Martín Palermo luego de cerca de seis meses en los que estuvo ausente de las canchas, en el 2000.
El histórico delantero, que después iba a dirigir a la Unión Española, se había cortado el ligamento cruzado anterior de una de sus rodillas y casi recién cumplidos los 6 meses de recuperación, sin haber disputado ningún partido oficial y solo con algunos entrenamientos con el equipo, Carlos Bianchi sorprendió y lo incluyó en la convocatoria del partido de vuelta (la ida había sido 2-1 a favor de River), en La Bombonera.
Frente a esto, los periodista le preguntaron al entonces DT de River Plate, Américo Rubén Gallego, qué le preocupaba de Boca. El entrenador “millonario” respondió irónico y subestimando a Palermo, comparándolo con Enzo Francescoli, que ya llevaba años retirado.
“Si ellos ponen a Palermo en el banco, yo lo pongo a Enzo (Francescoli), así que no hay problema”, dijo el DT.
Lamentablemente para las pretensiones de Gallego y River, Palermo ingresó a los 81 minutos de juego, cuando Boca Juniors ganaba 2-0 en La Bombonera y River estaba a un gol de forzar la definición a penales.
Inesperadamente, Martín Palermo selló la llave ante su archirrival con un gol en los descuentos. Finalmente el Boca Juniors de Bianchi se iba a consagrar en esa Copa Libertadores e iba a empezar el ciclo más exitoso de la historia del club.
