Casi tres años han pasado desde una de las peores tragedias que han acontecido en el fútbol mundial. El 28 de noviembre del 2016, el avión que trasladaba a la comitiva del Chapecoense a disputar la final de Copa Sudamericana contra Atlético Nacional en Colombia se estrelló.

71 personas perdieron la vida y seis personas sobrevivieron. Dos auxiliares de vuelo bolivianas, tres futbolistas del plantel ( Alan Ruschel, Helio Neto y Jackson Follmann) y Rafael Henzel, periodista que murió este año producto de un infarto.

Sin embargo, las repercusiones que tuvo el accidente siguen hasta hoy en día y así quedó demostrado con la manifestación que efectuaron en Londres las viudas de los jugadores Cléber Santana, Bruno Rangel, Gil, Willian Thiego y Filipe Machado junto a Helio Neto.

Se apostaron fuera de la sede de la aseguradora AON para que cumpla con el pago del seguro de la compañía aérea LaMia , avión que transportaba al cuadro brasileño. Pese a los años que han pasado y el impacto de la noticia aún no responden a sus pretensiones.

En declaraciones que consigna Liga Deportiva, el abogado de la causa señaló que “aún no nos explicamos por qué bajaron el seguro que ellos tenían con LaMia. Pasaron de asegurarlos por 300 millones de dólares a 25 millones en 2015, cuando AON sabía perfectamente que la aerolínea se dedicaba exclusivamente a transportar equipos de fútbol, con todo el riesgo que ello conlleva”.

“No entendemos como han bajado tan considerablemente el seguro cuando era una compañía con peligro de riesgo por los pasajeros que transportaban, ya que tenemos constancias reales de que LaMia les había explicado que trabajaría en Sudamérica con clubes profesionales. Sólo queremos lo que es justo para las familias”, concluyó.