El fútbol da revanchas y bien lo sabe Mohamed Salah. El delantero egipcio se coronó campeón de la Champions League con el Liverpool, un año después de protagonizar una dramática situación.
Los ingleses enfrentaban la final del mismo certamen ante el Real Madrid con Salah como principal figura, sin embargo, en un cruce con Sergio Ramos, el defensor merengue pasó a lesionarle el hombro y debió salir entre lagrimas del campo de juego.
Todo eso quedó atrás y ahora fue uno de los protagonistas del partido tras anotar de penal la apertura de la cuenta. Pero detrás de este gran rendimiento hubo un secreto y Salah lo reveló tras el pitazo final.
En conversación con The Sun, el egipcio detalló que “el año pasado fue tan horrible que antes del partido del sábado miré las imágenes después de salir lesionado a los 30 minutos por la entrada de Ramos. Me sentí decepcionado cuando tuve esa lesión”.
Así fue como el egipcio miró la foto y se dijo a sí mismo que ‘Está bien, no volvamos a tener eso, sigamos y ganémoslo”.
Y así fue. El delantero del cuadro que dirige Jurgen Klopp fue una de las grandes figuras y aportó un gol para que Liverpool consiguiera su sexto título de Champions League. Para Salah, las revanchas si existen.
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