Si de curiosidades dentro del mundo de la pelotita se trata, la Selección de Fútbol del Vaticano debe estar en el primer lugar de cualquier lista.

Y es que, aunque parezca una sutil rareza, lo cierto es que desde años que el Vaticano cuenta con su propio combinado de balompié, la que ha representado a la “Santa Sede” en diversas competencias amistosas e internacionales.

De acuerdo con los registros, el máximo ente del catolicismo decidió emprender rumbo en este deporte (a principios de la década de los 80) puesto que necesitaba entregarle espacios recreativos y deportivos a todos sus integrantes.

Los periodos siguientes conllevaron duros y firmes entrenamientos, además de la búsqueda de diversos talentos, gatillando que en el año 2002 se pudiera tener por fin un combinado listo y dispuesto para competir, y al más alto nivel.

El primer escollo en su camino fue la Selección de Mónaco, otra de las naciones que forma parte de la Non Fifa Board -entidad que reúne a los Estados no reconocidos por la FIFA- a quien venció por dos tantos sobre cero.

Dicha victoria no solo estuvo comandada por el buen juego que mostraron los sacerdotes y guardias de los museos papales en aquella jornada, sino que además sirvió como impulso para la conformación definitiva de la joven y novata selección.

Créditos: Revista Dinners
Créditos: Revista Dinners

Luego de esto los futbolistas aficionados se propusieron disputar cada uno de los partidos a los que fueran invitados, haciéndose poco a poco, y con mucho esfuerzo, un pequeño pero simbólico nombre dentro del fútbol europeo.

Es más, tan buena campaña había logrado el plantel que viste de color amarillo con blanco, que la posibilidad de disputar las eliminatorias para la Eurocopa de Francia 2016 estuvo ahí, en la puerta de su casa, aunque finalmente -y por razones administrativas- dicha idea no prosperó.

Si bien esta noticia fue como un balde de agua fría para los inexpertos deportistas, quienes ya se imaginaban participando en un evento de esta envergadura, estos no se desilusionaron y siguieron adelante con mucho más optimismo y fe.

En definitiva, la historia dice que los resultados no han acompañado del todo al conjunto papal que en su último encuentro cayó por 8-1 ante el Borussia Monchengladbach de Alemania.

No obstante, esto poco y nada le importa al Vaticano, ya que esto no se trata de cosechar decenas de victorias consecutivas, sino más -o por el contrario- de ir paso a paso en la lucha por conseguir el anhelado reconocimiento y respeto mundial.

De hecho, puede que este equipo no cuente con un Messi o un Cristiano Ronaldo entre sus filas, pero lo cierto es que cada vez que Marcello Rosati, sacerdote del Vaticano, y Antonino Gart, soldado de la Guardia Suiza y goleador del conjunto, salen a la cancha dan el todo por el todo por su amada camiseta.

Revisa un poco más de su historia a continuación: