El Manchester City se coronó campeón de la Copa de la Liga tras superar en una infartante definición por penales al Chelsea por 4-3.

Los dirigidos por Josep Guardiola logran el primer título de la temporada y dejan en una muy mala posición a Maurizio Sarri.

El técnico italiano del Chelsea está siendo duramente cuestionado por los resultados en la actual temporada y muchos aseguran que tiene sus días contados al mando del cuadro londinense.

Sin embargo, el partido será recordado por la insólita situación que protagonizó el arquero del Chelsea, Kepa Arrizabalaga.

El portero español, que estuvo aquejado con molestias físicas durante el encuentro, se negó a ser sustituido por Willly Caballero a instantes de que el partido llegara a la definición por penales.

Cuando se jugaban los últimos minutos del tiempo extra, Maurizio Sarri decidió dar ingreso al portero trasandino, quien tiene gran experiencia en este tipo de instancias y además fue compañero de la mayoría de los jugadores del City, por lo que tenía una idea de como iban a patear.

Con Caballero listo para entrar y Sarri al borde de la cancha dando instrucciones, el portero vasco comenzó a gesticular que no saldría del campo , causando una verdadera confusión en el partido.

Ni el juez asistente, ni los ayudantes de Sarri sabían como justificar lo que estaba pasando. Por su parte, el italiano se volvió absolutamente furioso y estuvo muy cerca de irse a camarines, justo cuando iba a terminar el encuentro y los jugadores debían prepararse para la definición.

Finalmente, Kepa fue el encargado de atajar los penales, donde volvió a ser protagonista. Primero, estuvo a punto de contener el penal de Aguero, pero se le resbaló de las manos y después estuvo brillante para atajar el disparo de Leroy Sané.

A pesar de su gran intervención, el Chelsea terminó inclinándose tras fallo de David Luiz, aunque el dolor de esta derrota pasará a segundo plano con una situación que de seguro va a traer consecuencias en Stamford Bridge.