El experimentado delantero del Feyenoord de Holanda, Robin van Persie, protagonizó un destacable momento en la previa del último duelo de su equipo.

Fue en la visita del elenco de Rotterdam al Groningen, válido por la 22º fecha de la Eredivisie de los Países Bajos, y que los locales ganaron 1-0.

Cuando el Feyenoord se preparaba para salir a la cancha, van Persie, capitán del equipo, se dio el tiempo para saludar a todos los niños que acompañarían a los visitantes al campo de juego.

Sin embargo, el otrora seleccionado holandés también se acercó a todos los pequeños que acompañaron a su rival, repartiendo palmadas, choques de puño e incluso abrazos.

Un noble gesto para el delantero que, a sus 35 años, no se cansa de anotar goles y sorprender a sus seguidores.