Los tiros libres se han convertido en un sello distintivo de Lionel Messi. La precisión en la pegada del argentino ha dejado estático a más de un arquero y su efectividad al momento de patear parece ir en aumento.

Así quedó demostrado en el último duelo del Barcelona ante el Espanyol, donde Messi batió en dos ocasiones al portero Diego López y asombró al mundo del fútbol con su pegada en los balones detenidos.

Pero su precisión no es cosa de suerte. Según explica Sportbible, el argentino entrena con barreras falsas practicando sus tiros pero, además, su forma de rematar ha cambiado por completo, ya que ahora con su pierna izquierda soporta un ángulo de 50 grados, lo que le permite tener más estabilidad.

Además, según el mismo medio, un detalle que aumenta la eficacia de Messi en los lanzamientos libres es la norma del spray utilizada por los árbitros, que ayuda a los lanzadores a mantener una mayor distancia con la barrera para que el balón se eleve.

Twitter | @official433
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Por su parte, el Departamento de Física de la Universidad de Barcelona, indica que el argentino utiliza el ‘Magnus effect’, lo que significa que genera fuerza con su cuerpo de manera perpendicular hacia donde lanza el balón.

Sin embargo, para el argentino el truco para ser consistente en los tiros libres es mantener las adivinanzas del portero y, por sobre todo, nunca ser predecible.

“Me gusta golpear la pelota por encima de la barrera de los defensores, pero de vez en cuando me gusta mezclarlo un poco, para que el portero no sepa a dónde quiero enviar el balón. La idea es confundirlo hasta que remate al arco”, indicó Lionel.

Messi anotó la temporada pasada siete goles de tiro libre y, en la actual, ya ha convertido cuatro goles de falta directa. El argentino parece evolucionar año tras año y sus límites se acrecientan también.