El fútbol es la pasión de multitudes y eso todo el mundo lo tiene más que claro.

Dicho deporte es una de las pocas disciplinas capaces de hacer sentir un mar de emociones en tan solo 90 minutos de juego, las que a lo largo de la historia han quedado demostradas y plasmadas de las más diversas maneras.

Solo basta con recordar el tatuaje de Mauricio dos Anjos, un brasileño que se grabó la camiseta del Flamengo de Brasil en todo su torso, o la travesía de Isamu Katu, el japonés que viajó más de 30 horas para ver la final de ida de la Copa Libertadores 2018.

Hay historias buenas y bonitas para contar, de eso no hay dudas. Pero lamentablemente donde hay algo bueno, casi siempre también hay algo malo, feo o vergonzoso por señalar. Casos en los que el fanatismo ha superado la realidad, desencadenando tragedias difíciles de olvidar.

Una de ellas, tal vez la más desconocida, es la que tiene relación con el ex futbolista camerunés, Albert Ebossé Bodjongo, quien hace años atrás perdió la vida de la forma menos impensada: a manos de un hincha y ante su propia afición.

Todo ocurrió la tarde del 23 de agosto del año 2014. Ese día Ebossé y su equipo, el club argelino JS Kabylie, se enfrentaron ante el USM Alger por una nueva fecha del campeonato local de dicho país.

Según guardan los registros, el partido comenzó con el delantero camerunés siendo parte de la oncena titular, ya que además de ser el líder de su equipo, era el máximo goleador de Liga de Argelia con 17 anotaciones.

Y tal vez fue por esto mismo que nadie le quiso quitar el balón cuando en el minuto 21 de juego el árbitro cobró un penal en favor de su equipo, el que envió hasta el fondo de la red para remontar el cotejo y decretar el 1 a 1 parcial.

Hasta aquí todo iba bien encaminado. Al menos así lo demostraban a través de sus cánticos los hinchas que esa fatídica tarde asistieron hasta el reducto argelino para ver al equipo de sus amores. Pero bueno, todos sabemos que no hay ni calma ni tempestad que dure 100 años, y en el complemento todo cambió.

Un contragolpe pilló mal parado al conjunto liderado por la joven promesa del balompié, el que a siete minutos del final no solo le dio la ventaja al plantel rival, sino que además desató la furia de los mismos hinchas que hace pocos minutos atrás daban la vida por ellos.

Y fue en este preciso instante en donde se desató la tragedia, ya que sin pensarlo ni mucho menos esperarlo, un aficionado lanzó una piedra hasta el campo de juego que fue a dar directamente en la cabeza de su máxima estrella: Albert Ebossé.

En un principio nadie entendía lo que estaba ocurriendo. Mientras unos murmuraban y se lamentaban sobre el posible futuro del deportista, otro intentaban auxiliar a su compañero sin saber realmente qué era lo que le estaba pensando. Pocos segundos después, la ambulancia ingresó y se lo llevó.

Si bien esto último devolvió un poco la calma en el agitado reducto de juego, la mala noticia no tardó en llegar. El golpe había sido tan contundente que Ebossé falleció de camino al hospital producto de un traumatismo craneoencefálico, el que además de quitarle la vida con 25 años y futuro a cuestas, desató la pena y frustración en toda esa nación.

Todo pasó tan rápido que del autor del horrible crimen poco y nada se supo. Una investigación arrojó resultados que lamentablemente no fueron lo más dignos de destacar. Aún así, su condena será más terrible que cualquier sentencia judicial, ya que deberá cargar en su conciencia con el hecho de dejar a un niño sin su padre el mismo día de su nacimiento.

Porque sí, como bien lee. A primera hora de ese jornada el camerunés había sido padre, mientras que por la tarde encontró la muerte donde menos lo podía esperar, en el terreno de juego y ante su afición.