El 28 de noviembre de 2016 un grave siniestro enlutó al mundo del fútbol. El vuelo 2933 de la compañía boliviana LaMia, que trasladaba al club brasileño Chapecoense hasta Medellín, se estrelló en la ladera del Cerro Gordo, en las cercanías de La Unión (Colombia).

El accidente provocó la muerte de 71 de las 77 personas a bordo, entre jugadores, cuerpo técnico, periodistas, dirigentes y tripulación.

El siniestro se produjo por agotamiento de combustible del avión por consecuencia de una inapropiada gestión de riesgo de la empresa LaMia, sentenció en abril de este año el coronel Miguel Camacho, jefe del grupo de investigación de accidentes de la entidad, aclarando las causas de la tragedia.

El Chapecoense se dirigía al país ‘cafeterero’ para disputar la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional, en la que era su primera clasificación a una final de torneo internacional.

El gesto del Nacional de entregarle el título al cuadro de Santa Catarina, además de los homenajes recibidos en Japón, Argentina, Colombia, Chile, Italia, Francia y España, entre otros, conmovieron a los fańaticos que aún recuerdan a los mártires de un club que, actualmente, lucha por no descender a la segunda categoría del fútbol brasileño.

¿En qué están los sobrevivientes de la tragedia?

De las 77 personas a bordo del vuelo 2933 de LaMia, solo quedaron con vida tres jugadores, un periodista, un mecánico de aviones y una azafata. Todos pasaron por meses de recuperación antes de volver a retomar sus vidas con la mayor normalidad posible.

Alan Ruschel fue el primer sobreviviente rescatado del lugar del accidente. Fue intervenido en dos ocasiones a la columna y se pensó que podría quedar parapléjico.

De los tres futbolistas que quedaron con vida, Ruschel fue el único que pudo volver a jugar profesionalmente. Durante 2018 jugó siete encuentros, dos de ellos los 90 minutos.

El último en ser rescatado de Cerro Gordo fue Helio Neto. El defensor sufrió diversas operaciones para lograr volver a caminar por su cuenta. Se pensaba que podría volver a jugar profesionalmente pero, hasta el momento, no ha vuelto a disputar algún encuentro oficial.

El futbolista que corrió peor suerte fue el portero Jackson Follman. El arquero debió abandonar su carrera como deportista luego de que le amputaran la pierna derecha y fuese operado del tobillo izquierdo.

Desde febrero de 2017 comenzó su nueva vida con una prótesis, y Follman no ha descartado volver a jugar para estar en los Juegos Paralímpicos. Actualmente es embajador del Chapecoense.

Otro de los sobrevivientes fue el periodista y relator Rafael Henzel. Pasó un mes en un hospital de Medellín antes de volver a Brasil. Hoy sigue trabajando como locutor en Radio Oeste Capital, además de narrar partidos del cuadro de Santa Catarina y ofrecer charlas sobre el accidente.

La única mujer que sobrevivió a la tragedia fue la azafata de LaMia Ximena Suárez. Los daños psicológicos que sufrió tras el siniestro la obligaron a dejar su profesión y, actualmente, se dedica al modelaje.

Erwin Tumiri fue el otro sobreviviente de la tragedia. El mecánico de aviones fue el que menos heridas sufrió y sigue trabajando en lo relacionado a la aeronáutica, además de estar perfeccionándose para ser piloto comercial.