Sigue saliendo a la luz más información de los fatídicos minutos en los que el bus de Boca Juniors pasó entre medio de los hinchas de River Plate, justo antes de llegar al Monumental.

Ahora fue el turno de hablar de uno de los que se convirtió inesperadamente en protagonista de esta final de Libertadores. Darío Ebertz es hace un tiempo el chofer de Boca Juniors, y ya le había tocado ir varias veces al Monumental de River con el plantel de su archirival.

Sin embargo, nunca vivió algo como lo que pasó este sábado en las inmediaciones del estadio de River Plate. “La vi fea, nunca me pasó esto”, reconoció más compuesto el chofer.

“El camino fue normal, siempre hacemos el mismo. Lo que fue anormal es que estaba toda la gente de River ahí, y que no estaba el vallado de maderas que habían puesto los partidos anteriores. Lo ponían de punta a punta en toda la calle, y eso hacía que no se viera para el otro lado, que los hinchas de River no vieran cuando pasaba el micro del plantel de Boca”, inicia Darío Ebertz.

Recordemos que el chofer, junto a los jugadores Pablo Pérez y Leonardo Jara fueron los más afectados por el cobarde ataque de algunas personas que estaban esperando por entrar al estadio.

“Para mí estaba puesto para que la zona esté liberada”

Ebertz insiste en un tema de seguridad que le llamó la atención antes de que el bus fuera impactado por los proyectiles, y es justamente la razón por la cual él cree que la situación terminó así.

“No estaba el vallado. La gente de River estaba al lado de donde nosotros pasamos. Eso nunca pasó. Cuando yo recibo el impacto, que me desvanezco un segundo y que es cuando Paolini (2º vicepresidente del club) agarra el volante, me vuelvo a reponer, agarro de vuelta el volante y el jefe de seguridad me seguía tapando con mi campera porque ya no había vidrio”, recuerda el chofer, que apenas llegó al estadio fue trasladado al camarín visitante para ser examinado por el médico de Boca Juniors.

Darío Ebertz aseguró que, según lo que él vio, se rompieron cerca de ocho vidrios en total, además del ventanal que corresponde a la puerta del chofer.

“El impacto lo recibo apenas estoy doblando en (calle) Quinteros. Ahí vengo acelerando y se ve que impacta el proyectil y me revienta los dos vidrios al lado mio”, continuó el relato.

“Arriba (del bus) se encontraron piedras, había botellas también. De todo tiraron”, explicó en en conversación con TyC Sports el domingo ya más tranquilo.

El chofer asegura que esta situación se pudo haber evitado, ya que cuando llegó al lugar, justo antes de doblar por Avenida del Libertador, vio que habían cosas raras.

“Por lo que he visto no me podés dejar ahí, Si sabes que viene el plantel de Boca y están los hinchas de River…por más que querás estan los inadapatados que les da lo mismo todo. Para mí estaba puesto para que esté liberado (la zona)”, cree Darío Ebertz.

EL chofer también describió lo que fue el último tramo del viaje antes de llegar al Monumental. “En Quinteros con Libertador fue lo masivo, pero después siguieron revoleando huevos, piedras, de todo. Hasta que llegamos al Monumental, en el estacionamiento también nos rompieron algunos vidrios” detalló.

“Tendría que haber habido más motos (custodiando), pero cuando ya paso el puente, no me queda otra que acelerar y tratar de llegar lo más rápido posible con los chicos a un lugar para resguardarlos, por la integridad física de ellos”, argumentó Ebertz.