La postergación de la final de vuelta de Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, que se debía disputar en primer término el sábado y luego el domingo recién pasado, sigue dejando muestras del confuso escenario que involucra a las directivas de ambos clubes y la de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

Luego de las agresiones que sufrieron sus jugadores el sábado, la directiva de Boca pidió el domingo la suspensión del encuentro, lo que finalmente se concedió. Pero además, el cuadro ‘xeneize’ realizó una presentación solicitando una sanción para River Plate, acogiéndose al artículo 18 del reglamento de Conmebol, que establece una serie de castigos que van desde amonestaciones hasta decretar la descalificación de un equipo.

Precisamente, ese último aspecto sería al que apunta Boca en su petición, buscando que River sea castigado por el comportamiento de sus hinchas. Lo anterior, comparando la situación con la vivida en los octavos de final de Copa Libertadores en 2015, donde fue el cuadro de La Bombonera el que quedó marginado tras el ataque con gas pimienta que sus hinchas realizaron contra los jugadores ‘millonarios’, cuando iban ingresando al túnel de acceso a camarines del recinto boquense.

Esa alternativa no tendría respaldo desde la Conmebol, que buscaría que el caso se resuelva sin considerar el planteamiento ‘azul y amarillo’. Según señala el diario argentino La Nación, será la Unidad Disciplinaria del organismo la que deberá resolver el tema, pero se anticipa que una exclusión no sería factible debido a un detalle que diferencia ambos casos.

El medio indica que en Boca creen que “la responsabilidad de River en la seguridad de la delegación visitante es objetiva”, pero existe una diferencia ‘geográfica’ en la comparación entre lo ocurrido en 2015 y este sábado. Esto, porque fuentes de Conmebol apuntan a que el “impacto al micro de Boca ocurrió fuera de los límites del anillo de seguridad, delimitado el día anterior en la reunión técnica previa a la finalísima de la Libertadores”.

Sería ese aspecto el que frenaría cualquier sanción grave contra River. Además, el dato aparece en el llamado ‘pacto de caballeros’ que acordaron los presidentes de Boca, River y Conmebol el sábado, el que permitió que se trasladara en primer término el partido al domingo.

Estos antecedentes que complicarían el de los ‘xeneizes’, previo a la reunión que sostendrán este martes en Paraguay para definir cuándo -finalmente- se jugará la final.