Nicolás Suarez tiene 31 años y si hay algo que lo ha apasionado a lo largo de su vida es el fútbol. El penquista ya ha vivido mundiales, clásicos, Copas América y hasta ha viajado a otros continentes motivado por el fútbol.

Cuando supo que se iba a jugar el superclásico argentino por la final de la Copa Libertadors, Nicolás no dudó y compró su boleto para el partido de vuelta en el estadio Monumental.

Sin embargo, jamás pensó que el evento iba a terminar de esta manera. “He ido a Superclásicos en Chile en el Nacional, en el Monumental, y esto fue otro nivel de descontrol”, dice el chileno aún en shock con todo lo que ocurre en Buenos Aires.

Luego de varias llamadas y mensajes cuando estaba todavía en Chile, Nicolás logró conseguir un ticket para la histórica final.

“Llegué cerca de las 11:30 a las inmediaciones del Monumental. Me junté en un café con unos amigos en la esquina de calle Monroe con Avenida del Libertador, que es donde pasó todo, por donde pasó el bus de Boca”, inicia la narración el penquista.

“Antes de que pasara el bus de Boca, entre las 13:30 y las 14:00 horas, pasó la policía haciendo un pasillo entre los hinchas de River. Nosotros estábamos por el otro lado de la calle de donde grabaron los videos que se ve cuando se rompen los vidrios. Entonces, en ese momento no dimensionamos lo que había pasado. Si bien se veía que la gente lanzaba botellas o basura en general, nunca vimos que haya impactado una piedra o algo así. El bus pasó rápido”, continúa Suarez.

“Después caminamos para ingresar por la puerta que nos correspondía que era la Sivori, que es donde se pone la barra de River. Ahí pasamos como tres cordones entre Fuerzas Especiales y Policía Nacional. Me revisaron como cuatro veces el pasaporte con la entrada, hasta que logramos entrar, esto era como a las 15:30 horas”, especifica Nicolás Suarez, que hasta ahí aún no sabía todo lo que estaba pasando.

Cabe destacar que en el estadio Monumental instalaron inhibidores de señal para no permitir que el técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, pudiera tener cualquier tipo de contacto con el plantel que dirige, debido a la sanción que sufrió en el partido de ida de semifinales ante Gremio, y que aumentó en el partido de vuelta porque no cumplió la primera sanción.

Debido a esto, la gente en el estadio no tenía wi-fi y por lo tanto los medios de comunicación se redujeron a llamadas telefónicas.

La bochornosa suspensión desde adentro del Monumental

Cuando llegué a mi posición en el estadio empezaron los trascendidos con respecto a lo que había pasado: primero que Pablo Pérez estaba cortado, que lo iban a trasladar a una clínica, etc”, explica.

Nunca hubo una información oficial dentro del estadio hasta las 16:30 horas más o menos, que anunciaron que el partido se postergaba hasta las 18:00. Estaba sentado en la escalera porque el estadio estaba llenísimo, sobre vendido a otro nivel y con mucho calor, de hecho la gente trataba de cubrirse con las sombras que hacían las paredes y otros se iban a dar vueltas adentro”, detalla el penquista, que a esas alturas ya sabía de la posibilidad de suspensión.

“Empezaron a comentar entre la gente que había hablado por teléfono con personas que estaban afuera. Que Boca no quería jugar, que habían jugadores con vómitos, pero todo así, nada oficial. Después dijeron por altoparlantes que se jugaba a las 19:15 horas. Nos dimos cuenta que a las 19:15 no pasaba nada, y de ahí ya eran las 19:45 y empezaron a desmontar las cosas dentro de la cancha”, se lamenta Suarez.

El chileno iba a aprovechar también que este domingo se jugaba otro de los clásicos más importantes del fútbol argentino: San Lorenzo ante Huracán.

Sin embargo, Nicolás tampoco pudo ver ese espectáculo, ya que debido a la postergación de la final del sábado al domingo, se suspendieron todos los partidos de la fecha en el fútbol argentino que se jugaban en Buenos Aires.

“Después teníamos que salir, pero no podíamos, porque había gente que llamaba y decía que no saliéramos porque afuera había una batalla campal. Mientras nos retirábamos, habían momentos en que todos corrían hacia cualquier parte porque pensábamos que los que estaban provocando los disturbios afuera del estadio venían contra nosotros. Después me metí a calles que se alejaban del Monumental. Menos mal me estoy quedando cerca del estadio y no me demoré mucho en llegar” cuenta mientras se escuchan los comentarios de la televisión argentina de fondo.

“Se suspendió. Es definitivo y sin fecha por ahora, lo acaba de confirmar el presidente de la Conmebol”, interrumpe la conversación con Bío Bío Deportes Nicolás Suarez desde Buenos Aires.

“Tendré que esperar a ver para cuando la programan, si ya tengo la entrada en la mano, no me voy a quedar sin ver la final”, asume.

“Esto fue un caos total. Afuera del estadio robaron autos, saquearon supermercados, fue todo terrible”, concluye el chileno.

Recordemos que la Conmebol oficializó la suspensión del encuentro, y quedaron de reprogramar una nueva fecha.

“Acá ya tiran fecha tentativa, que sería el 8 de diciembre. Pero hay que esperar la versión oficial”, cierra Nicolás Suarez.

A continuación, un video que logró grabar el chileno este sábado en el Monumental, antes de la suspensión.