Holanda se clasificó este lunes a la ‘Final Four’ de la Liga de las Naciones en detrimento de la campeona del mundo Francia, después de empatar a dos ‘in extremis’ en Alemania.

Al terminar el partido, el capitán de los holandeses, Virgil van Dijk, se acercó al árbitro y le dio un fuerte abrazo. El juez se conmovió con el gesto y le dijo algo al oído.

Nadie entendió en ese momento el significado de aquel abrazo y las lágrimas del árbitro rumano Ovidiu Hategan.

“Estaba llorando porque su madre acaba de morir. Se rompió y se fue con lágrimas en los ojos. Le deseé fuerza y le dije que había hecho un buen trabajo. Es un pequeño detalle, que espero que le ayude”, reveló el hombre del Liverpool a los medios.

Posteriormente se conoció que Hategan se enteró de la muerte de su madre en el entretiempo del partido.

Debido a esto, en la organización iniciaron un operativo para que el juez no tuviese complicaciones en su salida del estadio rumbo al aeropuerto.