Durante la semana se conocieron nuevos detalles del último atraso de Ousmane Dembélé en el Barcelona.

Resulta que el pasado miércoles, el jugador reunió a un grupo de amigos en su domicilio en la zona alta de Barcelona y los invitó a jugar con su consola de videojuegos.

El problema fue que perdieron la noción del tiempo y antes de irse a dormir, al extremo se le olvidó poner la alarma de su despertador.

A la mañana, el delegado del club, Carles Naval, llamó al jugador a eso de las 11:30 horas para saber que ocurría. El francés debía presentarse en el entrenamiento a las 11:00 horas.

Nervioso, y sabiendo que había cometido un error monumental, Dembélé se excusó diciendo que padecía de dolor de estómago.

El club envió durante la tarde a un médico a su hogar para revisar su estado, constatando que se encontraba en perfectas condiciones.

Según As, esto podría tratarse de un acto de indisciplina de un joven jugador, pero viendo los constantes errores del francés, estaríamos frente a algo más grave.

Además, señalaron que el jugador está prácticamente solo. Los jugadores y cuerpo técnico del Barcelona ya no confían en él y pese al chofer que le contrató la institución (no está todo el día con él), y al chef al que despidió al poco tiempo, solo tiene a su grupo de amigos que viven con él en su residencia.

“Dembélé está prácticamente solo en Barcelona. Bueno eso no es del todo cierto porque le acompaña una pléyade de amigos que residen en su vivienda. Y la verdad es que no estamos hablando de unos ‘farreros’ que aprovechan el tiempo para disfrutar de la noche del Barcelona sino más bien están todo el día recluidos en casa. Y ese es el problema por extraño que parezca, ya que Dembélé y sus amigos ‘matan’ el tiempo jugando a videojuegos, pero no solo unas horas sino de una manera compulsiva”, revelaron.

“De hecho, en la Organización Mundial de la Salud (OMS) han incluido ya la obsesión por los videojuegos como una adicción más que se ha de tratar. Ahí radica la preocupación del Barcelona que considera que el jugador tiene un desorden por culpa de su obsesión con los videojuegos. Un problema que está repercutiendo negativamente en su profesión y en su relación con los compañeros”, cerraron.