Diversas fueron las hipótesis que se crearon luego de que se conociera el brutal homicidio del joven jugador del São Paulo FC, Daniel Correa Freitas, quien fue encontrado muerto y sin sus genitales el sábado de la semana pasada.

Sin embargo, todo quedó más claro durante esta jornada, ya que uno de los tres sospechosos detenidos por el macabro crimen habló y confesó su verdad.

Se trata de Edson Brittes Júnior, el dueño de casa que esa fatídica noche recibió al jugador brasileño en su casa por la fiesta de cumpleaños de su hija en la localidad de São José dos Pinhais, al sur de Brasil, celebración que horas más tarde tomaría un final totalmente inesperado.

De acuerdo a lo detallado en la declaración en video del propio empresario, cuando él ingresó a su habitación se percató de que el jugador estaba sobre su esposa, la que se encontraba gritando, llorando y pidiendo ayuda.

Fue esta escena la que lo habría hecho ‘perder la cabeza’ y propinarle -supuestamente- una brutal golpiza al futbolista de 24 años, a quien luego metió en el maletero de su auto y lo trasladó hasta el lugar donde cometió el crimen.

“Cuando quise abrir la puerta, estaba cerrada. Yo derrumbé la puerta de mi cuarto y cuando abro, él estaba encima de mi esposa y ella gritando y pidiendo socorro”, partió comentando Brittes según constató el medio Infobae.

Sobre esta misma línea, el presunto autor agregó que todo lo que hizo fue para evitar que Daniel Correa abusara de su esposa, quien minutos antes había enviado algunas fotos a sus amigos en donde se le podía ver recostado al lado de la mujer, mientras esta dormía.

“Los medios han dicho muchas cosas. Mi esposa nunca tuvo nada con Daniel, mucho menos mi hija. Siempre hay rumores pero la verdad aparecerá. Fue cuando lo quité de encima de mí esposa, lo arrojé al suelo y evité que fuese violada por ese monstruo”, agregó el brasileño, mientras la investigación sigue en curso.

Recordar que si bien el cuerpo de Daniel fue encontrado a un costado de una carretera de São José dos Pinhais, aún no se pude dar con el paradero del arma homicida.