La fiesta mundialista (si se le puede llamar esta vez así ya que en Chile no se celebró como en años anteriores) culminó dejando muchas sorpresas, desde su inicio, con la eliminación de la campeona del mundo Alemania, hasta su fin, con una selección croata en la final que nadie tenía contemplada en sus pollas.

Cada cuatro años se evidencia lo mejor y lo peor en esta gran vitrina deportiva, que al ser un espectáculo que acapara todas las miradas catapulta a algunos al estrellato (caso Mbappé) o siembra dudas en figuras de las cuales se podría haber esperado mucho más. Pero, ¿Qué nos dejó el Mundial?

La influencia del VAR

De entrada se sabía que iba a ser una competición atípica. La aplicación del sistema de Árbitros Asistentes de Vídeo o VAR (por sus siglas en inglés) influyó en varios de los números proporcionados por la FIFA.

Uno de ellos es que Rusia 2018 fue el torneo de este tipo con mayor cantidad de penales que se ha registrado en la historia, con un total de 22. Ejemplo de esto fue el señalado por el árbitro argentino Néstor Pitana en la final, donde, con VAR de por medio, terminó sumando un nuevo cobro desde los 12 pasos.

Rusia, según el diario español Marca, también fue la tercera edición con más goles en la historia de los mundiales (169 tantos) sólo por debajo de Brasil 2014 y Francia 1998, que alcanzaron los 171.

Adicional a esto, el VAR también parece haber influido en la cantidad de goles a balón parado, tal como lo indica el diario británico BBC, 43% de los goles registrados en esta Copa fueron a pelota detenida. Guste o no , la implementación de este sistema sumó más emociones que las que impidió.

¿Cristiano Ronaldo, Messi o Neymar? Mbappé

Un hecho que llamó la atención en gran manera en Rusia fue lo referido a las figuras. A nadie le gusta los finales predecibles y en ocasiones suelen ser hasta polémicos, pero en suelo ruso todo fue inesperado.

Si bien el título de mejor jugador del mundial se lo llevó Luka Modric, no se puede definir como una ‘sorpresa’ la actuación del croata, pero sí la instancia hasta la que llevó su selección.

Por otro lado, el mejor jugador joven del torneo acaparó todas las miradas: Kylian Mbappé. Con 19 años el galo se convirtió en el segundo jugador más joven en marcar en una final. El primero, sigue siendo el rey Pelé.

¿Y los ‘tres grandes’? Cristiano Ronaldo registró una buena copa del mundo en la fase de grupos, Messi solo dejó destellos contra Nigeria y Neymar brilló más por sus caídas (duró 14 minutos de la copa del mundo tirado en el césped). Todos quedaron en un segundo plano, quedando en ‘deuda’ con sus fanáticos.

Se acortaron las diferencias

Que un grande no esté en las fases finales es un fracaso, así de simple, pero que una selección ‘chica’ avance es digno de admirar.

Las brechas ya se veían ‘más cortas’ entre los diferentes representativos desde las Eliminatorias (Italia y Holanda no fueron, Chile campeón de América tampoco). Pero en la cita planetaria fueron aún más pequeñas.

Ahora parece difícil encontrar una ‘selección débil’. Los de renombre ya no ganan con la camiseta. Uruguay, una de las mejores selecciones en fase de grupos, ganó sobre el final ante Egipto.

El gol charrúa, según la BBC, fue uno de los nueve que se anotaron en todo el mundial después de los 90 minutos. Victorias agónicas que le dieron otro sabor de boca a la copa del mundo.

La eliminación de Alemania en fase de grupos, el gran trabajo de México y Suecia, la caída de Argentina y España en octavos, la de Brasil en cuartos, dejó todo servido para que la fase semifinal fuera totalmente distinta a la de años anteriores, con sólo dos equipos campeones del mundo presentes (Inglaterra y Francia) y otros dos ilusionados con dar el golpe, como Bélgica y Croacia.

Si en 2014 habían diez títulos mundiales en total ganados por los integrantes de la semifinales, esta vez solo se sumaban dos. La brecha, sin duda es menor. Se fue Rusia, una copa que fue totalmente distinta, especial e inolvidable.