Durante la temporada actualmente interrumpida de la Serie A, el volante chileno Erick Pulgar sumó sus primeros duelos en la Fiorentina tras cuatro años defendiendo al Bologna.

El nacional se ganó rápidamente un puesto en la zona media del cuadro ‘viola’. En ese equipo, además, Pulgar pudo ser compañero de toda una leyenda del fútbol mundial: Franck Ribery.

El francés, cuatro veces nominado al Balón de Oro y ganador del Premio al Mejor jugador de Europa en 2013, ganó todos los títulos posibles a nivel de clubes con el Bayern Múnchen y se mudó al elenco italiano.

Por ello, el chileno fue consultado por La Gazzetta dello Sport respecto a qué significa ser compañero del galo y qué logro aprender de él en este tiempo.

“De Franck aprendí que siempre hay que tener hambre y querer mejorar”, resaltó contundente el seleccionado chileno.

“Franck Hizo que todos entendieran que para convertirse en un fenómeno es necesario involucrarse siempre en el juego, cuidando cada detalle y estableciendo nuevas metas”, acotó.

Finalmente, Erick no escondió su deseo de transformarse con los años en un líder del equipo: “Se necesita tiempo. Se requiere un período de aclimatación. Cuando llegué a Bologna, no fui inmediatamente un protagonista. Allí también lo necesitaba, ese tiempo… pronto verás al verdadero Pulgar en la camiseta violeta”, remató.