Este viernes La Roja sufrió la peor derrota en la era Rueda tras caer por 3-0, en Miami, ante la ‘prendida’ selección de Perú comandada por el ‘tigre’ Gareca.

El ‘equipo de todos’ llegaba a este partido defendiendo una histórica marca de cinco años de no saber de derrotas ante la ‘bicolor’. Sin embargo, en el Hard Rock Stadium, esa hegemonía se rompió drásticamente.

Desde el 2013 que Perú no le ganaba a La Roja y por su presente querían cortar con ese maleficio. Habían participado de un mundial y querían revalidar su condición ante un Chile en proceso de cambio.

Habían posibilidades de caer, pero nunca con un marcador así y jugando como lo hicieron ayer los nacionales.

De hecho, el 3-0 en contra es igual al resultado que se registró el 2 de abril de 2003, cuando en un amistoso en Lima el ‘equipo de todos’ cayó ante los peruanos. Esa fue la última goleada de la ‘bicolor’ ante los nacionales.

En aquella oportunidad Perú y Chile se midieron en una nueva edición del ‘Clásico del Pacífico’. El primer partido se jugó en nuestro país (2-0 a favor de Chile), mientras que la vuelta se llevó a cabo en Lima.

Formación de La Roja ante Perú.

Nicolás Peric; Cristián Alvarez, Ricardo Rojas, Pablo Contreras, Rodrigo Pérez; Rodrigo Tello (Meléndez), Clarence Acuña (Maldonado), Patricio Ormazábal (Mirosevic), Fernando Martel (Soto); Reinaldo Navia y Mauricio Pinilla (González).

Tras el pitazo inicial el equipo comandado por Juvenal Olmos supo que Perú quería tomarse revancha.

A los 17 minutos el centrocampista Henry Quinteros puso el primero para los locales, tras una mala contención del portero nacional.

Claudio Pizarro, en ese entonces jugador del Bayern Munich, puso el segundo a los 47′ y solo dos minutos después sentenciaría el partido con un disparo sutil. 3-0 y el partido se acababa.

La defensa fue la más perjudicada. Los constantes errores de Cristián Alvarez y Clarence Acuña en la salida permitieron que la ofensiva peruana pudiese marcar diferencias.

Pero eso no fue todo, pues Chile entró dormido al campo de juego y recién despertó a los 33′ tras un tiro de Fernando Martel.

Además, los cambios introducidos por Juvenal Olmos no surtieron efecto y el resultado simplemente fue inevitable.