El galés Gareth Bale se despachó uno de los mejores goles en lo que va de la Champions League, en la final ante el Liverpool en Kiev.

Bale entró al 61′ y le bastaron solo dos minutos para matricularse con un pepazo de chilena, dejando sin opciones al meta Karius.

El recién ingresado recibió de espaldas un centro y realizó una gran contorsión para impactar en el aire y declarar el 2-1 parcial.

Más tarde, el galés pondría el 3-1 definitivo con el cual el Real Madrid se coronaría campeón de la Champions League.