Captura de Instagram

TVN desmiente que Rafael Araneda esté en conversaciones para animar Viña 2023

22 marzo 2022 | 08:46

El animador de televisión todavía se encuentra viviendo en Miami y realiza otros proyectos para Univisión. Respecto a la posibilidad de animar el festival, el canal publico apuntó que "no es cierto".

Este lunes, diversos medios comenzaron a barajar los primeros nombres para animar la próxima versión del Festival de la Canción de Viña del Mar, evento que la semana pasada confirmó su realización en 2023. Fue en el programa de Instagram, Bombastic Prime, que la periodista Cecilia Gutiérrez apuntó a que ya había un nombre confirmado para animar el evento: Rafael Araneda.

“Está bastante avanzado el tema del animador del Festival, está prácticamente cerrado. Quien animaría el Festival de Viña es Rafael Araneda y por eso sería que se vino a TVN, a Talento Rojo”, aseguró la profesional especialista en espectáculos.

¿Rafael Araneda fuera del festival?

Sin embargo, en conversación con BiobioChile, fue el mismo canal que desmintió la noticia.

“No es cierto”, apuntaron. “Rafael hoy tiene contrato con TVN sólo para animar Talento Rojo”, añadieron, respecto al futuro del animador.

Además, puntualizaron que el animador de televisión sigue viviendo en Miami, Estados Unidos y “hace su programa Enamorándonos en Univisión”.

El futuro del Festival de Viña

Con esto, las opciones de quienes animarán el programa sigue en duda. De todas formas, todavía existe la posibilidad de que continúen los animadores de la edición del 2020, con María Luisa Godoy y Martín Cárcamo al mando del certamen.

La semana pasada, la Municipalidad de Viña del Mar confirmó que, tras reunirse con representantes de TVN y Canal 13, se acordó que la versión número 62 del festival viñamarino se lleve a cabo entre los días domingo 19 al viernes 24 de febrero del 2023.

La última edición del Festival de Viña se realizó en 2020, en medio del estallido social y semanas antes de que el primer caso por COVID-19 llegara a Chile. Tras ello, y debido a los problemas del aforo, el evento fue suspendido dos años seguidos por lo poco rentable que significaría realizar el festival con un 35% de la capacidad de público de la Quinta Vergara (14.100 en total).