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Tomás Leiva de ’Tomás va a morir’ reveló crudo episodio de bullying: "Me sacaron del colegio"

18 julio 2025 | 16:20

A comienzos del año pasado, a raíz de un reportaje del equipo de BBCL Investiga, Tomás Leiva, integrante del podcast ‘Tomás va a morir’ conducido por el comediante Edo Caroe y su amigo en común, Buffy, reveló que sufrió severos episodios de bullying en el Colegio Pumahue.

“Menos mal yo salí de ahí”, escribió en ese entonces en redes sociales. Sin embargo, fue en un reciente episodio del podcast ‘Más que titulares’ que relató el crudo episodio que llevó a sus padres a sacarlo del establecimiento educacional.

Tal como relató la personalidad de internet, todo se dio cuando estaba en octavo básico, en ese entonces los ataques en su contra eran constantes y, a su juicio, estaban gatillados por su personalidad enfocada en los videojuegos y a jugar cartas, a diferencia de sus pares, quienes ya comenzaban a tener sus primeras relaciones.

“(Me hicieron) Mucha burla, y después ya pasaron a lo físico, los empujones zancadillas”, enumeró. “Lo que más me humilló a mí en particular fue una vez que después de la hora de almuerzo se juntaron como cinco o seis hombres del curso a llenar de saliva el asiento de la sala de clase”, relató.

Sin percatarse de aquello, Tomás Leiva se sentó en lo que describió como “una poza de saliva”, lo que detonó las burlas de sus compañeros de curso. Sin embargo, la inacción del profesor fue aún más brutal.

“El profesor realmente no hizo mucho más que (decirme) ‘anda a lavarte’. No hubo nunca hubo un castigo”, contó sobre el crudo episodio de bullying.

Sobre lo mismo, el integrante de ‘Tomás va a morir’, confesó que “la verdad nunca le hacía nada a nadie. Yo era realmente era un niño chico”, por ello, sus padres tomaron la decisión de sacarlo del colegio e instarlo a que practicara artes marciales, lo que cambió su vida.

“Estuve hartos años haciendo (artes marciales). Me creció el cuerpo, me creció la espalda. Eso me hizo sentir que podía enfrentarme a la vida en general“, reconoció.

Consultado sobre qué haría si volviera a encontrarse con sus agresores, que por lo demás eran liderados por un compañero de curso que había repetido por lo que era dos años mayor, Tomás Leiva admitió que es incierta cuál sería su reacción.

“Yo sé que él la tuvo difícil (Arturo, su agresor), finalmente los niños que hacen bullying son víctimas de sus propias circunstancias, repiten, y yo sé que su situación familiar era compleja, pero también con el tiempo he aprendido que entender a un matón, no es lo mismo que justificarlo, entonces si lo viera entendería sus circunstancias más no sé si me corresponde dejar ir ciertas cosas, yo creo que voy a tener esa respuesta el día que me lo encuentre“, concluyó.