El rally del oro continúa y su precio volvió a tocar máximos: recientemente traspasó los 4.200 dólares por onza, otro récord histórico.
El metal precioso acumula una subida superior al 50% en lo que va de año, impulsado por la debilidad del dólar, las tensiones geopolíticas y las compras de los bancos centrales, especialmente de economías emergentes, que buscan diversificar sus reservas.
En definitiva, el oro está al alza por ser un activo refugio por excelencia, sobre todo en tiempos de incertidumbre.
El precio del metal superó los US$4.200 por onza -de acuerdo a datos de la Agencia EFE y Bloomberg- mientras el mercado descuenta un nuevo recorte de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), y se mantienen las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El pasado 8 de octubre, el oro superó por primera vez en su historia los US$4.000 por onza, y se revaloriza en el que puede ser su mejor resultado de un ejercicio desde 1979.
Algunos analistas como los de Bank of America han elevado sus previsiones para el metal amarillo, cuyo preció sitúan ahora en US$5.000 para el próximo año.
Pero… ¿qué es lo que da el valor al oro?
La estabilidad en su precio es la clave y esta responde a tres factores: su oferta limitada -no se crea “de la nada”-, su respaldo como reserva estratégica en Bancos Centrales de los países y su “descorrelación” con otros activos.
Es decir, su valor suele moverse de manera opuesta al dólar y a los activos de riesgo (como las acciones), convirtiéndolo en una herramienta clave para la diversificación y cobertura en tiempos de crisis.