Ya entregado el proyecto de Presupuesto 2026, siguen conociéndose más detalles al respecto. Uno de ellos es que nuevamente el Gobierno del presidente Gabriel Boric incumplirá sus metas fiscales, específicamente en cuanto al déficit estructural.
Cuando se ingresó el decreto de política fiscal, el déficit proyectado para este 2025 sería de -1,6% del Producto Interno Bruto (PIB). Esta regla se modificó en junio de este año hasta un -1,8% del PIB.
Sin embargo, mientras desde el Ejecutivo exponen el Estado de la Hacienda Pública en el Senado, se reveló que la cifra subirá otra vez, pasando a una estimación del -2,2% del PIB. Esto, a su vez, implicaría saldo negativo de -$7.547 millones, superior a los -$6.037 millones estimados previamente.
El total de ingresos del Gobierno Central se estiman en $75.010 millones, -$787.460 millones menos que lo previsto a inicios de año, debido a una fuerte diferencia en los ingresos tributarios ($682.258 millones menos de lo previsto), en los ingresos del cobre (-$335.439 millones) y por concepto de rentas de la propiedad (-$165.219 millones).
La deuda del Gobierno Central se prevé que cierre en un 42,4% del PIB, para en 2026 subir al 43,2% del producto.
Sube el déficit estructural para 2025
En la Cámara Alta se encuentran tanto el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, como la directora de Presupuestos (Dipres), Javiera Martines, y la Subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner. Según la autoridad, el déficit estructural para este año del -2,2% se explica por menos ingresos de cobre bruto, aunque se ha consolidado una tendencia a mayores ingresos por concepto de IVA.
La nueva Ley de Presupuestos del sector público para 2026 fue entregado ayer en la tarde al Congreso, mientras que durante la noche fue anunciada en cadena nacional por el presidente Gabriel Boric.
El proyecto contempla un alza del gasto en un 1,7%, resaltando los incrementos en recursos para seguridad pública, vivienda y pensiones, con un 16,7%, 37% y 55% respectivamente.
Una de las primeras polémicas que levantó la iniciativa fue la eliminación de la llamada “glosa republicana”, donde en cada cambio de Gobierno la administración anterior deja recursos a libre disposición para quien ostente el próximo período.
Y aunque es una tradición que se mantuvo a lo largo del regreso a la democracia, desde Hacienda afirmaron que cambiaron la glosa por una facultad donde el Gobierno podrá reasignar hasta un 10% del gasto público total, equivalentes a unos US$9 mil millones.
Si bien esto fue parte de las recomendaciones hechas por la Comisión asesora para el gasto público, desató las molestias y críticas de los candidatos presidenciales José Antonio Kast, Johannes Kaiser e incluso Jeannette Jara. “Me parece a mí que lo más adecuado sería que se repusiera”, afirmó la candidata del oficialismo.