El periódico británico Financial Times publicó una crónica en la que mencionó algunos aspectos de la economía chilena, el escenario de cara a las próximas elecciones presidenciales a la vez que, sostuvo, las pandillas originarias de Venezuela se han expandido por el territorio.
Una de las fuentes consultadas por dicho medio apuntó que, en el caso de la carrera de los aspirantes a la Moneda, la población deberá dirimir -en algo “sin precedentes”- por “un pinochetista o una comunista”.
Delincuencia y “escaso crecimiento económico”
Financial Times señaló que el “escaso crecimiento económico” y la “ola” de delincuencia han afectado en la popularidad del presidente Gabriel Boric.
“Los vendedores ambulantes informales han proliferado y las tiendas cierran más temprano”, dijo.
Sobre ese mismo tema, redactó que el país ha sufrido una ola de delincuencia “a medida que grupos criminales de Venezuela y otros países han ampliado sus nichos de mercado de drogas, tráfico de personas y extorsión”.
“La tasa de homicidios se ha más que duplicado desde 2015, (…) con secuestros, descuartizamientos y otros actos violentos que antes eran desconocidos”, señaló la publicación.
Carrera presidencial
El periódico británico redactó que ante el aumento de la delincuencia, y la percepción de “debilidad” de las autoridades frente a la problemática, el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, ha logrado tomar ventaja gracias a un discurso tajante sobre la inmigración.
Sobre él agregó que simpatizó con Augusto Pinochet.
Respecto a Jeannette Jara, la aspirante presidencial del Partido Comunista, Financial Times publicó que “apoya regímenes autoritarios como el de Cuba y Corea del Norte”.
Al respecto, la publicación consultó una opinión al analista Patricio Navia, quien comentó que en Chile “un pinochetista nunca ha ganado unas elecciones, pero tampoco una comunista. Estas parecen ser unas elecciones sin precedentes”.
Por último, la publicación indicó que Kast promete deportaciones y dar más atribuciones a las policías; y que Jara compromete terminar con la delincuencia a través de la inversión cultural, mayor presencia estatal y seguimiento de la ruta del dinero.