Tras la publicación de un catastro de Fedefruta, que arrojó pérdidas preliminares de US$150 millones en la zona central del país tras las lluvias del fin de semana, el Gobierno ya evalúa decretar emergencia agrícola en las áreas afectadas para apoyar la planificación del resto de la temporada.
“El decretar emergencia agrícola nos permite también acceder a recursos del Gobierno Regional”, explicó la ministra María Emilia Undurraga.
“Esto es una actividad que necesita una visión de largo plazo y para eso tenemos que enfrentar esta emergencia y planificar la temporada que viene”, añadió.
“Que termine la temporada en esas especies que aún les queda tiempo para cosechar y que no han sido dañadas de forma muy importante”, cerró.
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La encuesta de Fedefruta sondeó la situación de empresarios agrícolas entre las regiones de Valparaíso y el Maule: tres de cada cuatro fruticultores reportaron daños producto de la lluvia.
Un 79% sufrió partidura en la fruta y un 41,5% caídas de los productos.
El resto de los daños incluyeron el desplome de árboles, impactos en los huertos o sistemas de riesgo y también consecuencias por granizos.
Muchos de estos productores perdieron todo lo trabajado. Las uvas de mesa fueron las más dañadas, con un 53% de todas las hectáreas por cosechar, un 30% en carozos y 32% en arándanos.