Carlos Lampe no es chileno, claro que no, pero parte de su importante y brillante carrera como arquero la ha hecho en las canchas de nuestro país.
El meta boliviano llegó en el año 2016 tierras nacionales y Huachipato de Talcahuano fue el club encargado de abrirle las puertas y darle la oportunidad de mostrar su talento en la primera división del fútbol chileno,gesto que por cierto Lampe supo aprovechar con responsabilidad y a cabalidad.
Así lo dicen sus registros, entre los que destacan los más de 460 minutos sin recibir un solo gol vistiendo la camiseta de los ‘acereros’.
Eso sí, esto no es todo lo que hay para contar, ya que Lampe también tiene el ‘título’ de ser uno de los pocos porteros dentro del fútbol chileno que recibió un solo gol por encuentro. Digno de destacar por donde se le mire ¿o no?.
Su resultados han sido favorables en casi toda su carrera, de eso no hay dudas. Lampe ha brillado bajo los tres palos de todos los elencos que ha defendido, salvo cuando le ha tocado vestir la camiseta de su país.
A pesar de su enorme talento, el zaguero no ha podido ayudar a levantar el nivel futbolístico de Bolivia, aunque sí ha tenido partidazos que son propios de enmarcar y recordar.
Uno de ellos, y tal vez el más destacado, es el que se vivió el día que la selección altiplánica y Brasil se dieron cita por la penúltima fecha de las clasificatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018.
En dicha instancia el meta del elenco verde evitó en al menos 10 oportunidades la conquista del equipo liderado por Neymar, atacante que se encontró con una muralla indestructible cada vez que intentó enviar la la esfera hasta el fondo de la red.
La historia dice que el encuentro terminó 0-0. Que Neymar se fue con la cabeza baja y en silencio hacia los camarines. Y que Carlos Lampe, el gran Carlos Lampe, no solo fue la figura del cotejo, sino que además, quien se quedó con la camiseta de la estrella del Paris Saint-Germain, a quien por cierto le aguó la fiesta.