Un inesperado momento de tensión se robó el protagonismo este lunes durante uno de los partidos más esperados del WTA 1000 de Cincinnati. La número uno del mundo, Aryna Sabalenka, necesitó más de tres horas para doblegar a la británica Emma Raducanu en un duelo cargado de emoción… y hasta con llanto de un bebé.
El insólito hecho ocurrió durante el tercer set, cuando desde las tribunas se escuchó el llanto persistente de un niño. Raducanu, visiblemente incómoda, se quejó del ruido, buscando algo de consideración. “Han sido como 10 minutos“, le dijo la tenista a la jueza.
Sin embargo, la respuesta de la juez de silla fue tajante y algo irónica. “Es un niño, ¿quieres acaso que lo eche del estadio? Si lo pides, lo puedo hacer”, señaló.
El tono dejó claro que la jueza solo accedería a esa medida extrema si Raducanu insistía en que el llanto afectaba su concentración. “Sí“, señaló la excampeona del US Open luego de escuchar a algunos espectadores que también se quejaron.
Lo curioso fue que justo en el siguiente punto, Sabalenka falló de forma increíble cerca de la red, en una jugada que parecía fácil, lo que añadió más drama al momento.
Pese a ese tropiezo puntual, Sabalenka acabó imponiendo su jerarquía por 7-6 (3), 4-6 y 7-6 (5), en un maratón tenístico de 3 horas y 10 minutos. Un match digno de una final anticipada.
Con este triunfo, la bielorrusa de 27 años avanzó a octavos de final y suma su victoria número 49 de la temporada, consolidándose como la gran dominadora del circuito femenino.
En la próxima ronda, Aryna se medirá con la española Jéssica Bouzas Maneiro, quien avanzó cómodamente tras derrotar 6-4 y 6-1 a la estadounidense Taylor Townsend.