Iga Swiatek, la gran tapada de este Wimbledon, se ha metido en la final sin hacer mucho ruido y se jugará el título contra Amanda Anisimova tras aplastar a Belinda Bencic (6-2 y 6-0).
La polaca, que nunca había avanzado más allá de los cuartos de final en el All England Club en sus cinco participaciones anteriores, pasó por encima de Bencic, que hizo gestos de estar tocada en los isquiotibiales en el primer set.
Swiatek disputará su final de Grand Slam número seis. Todas las anteriores, las cuatro de Roland Garros y la del Abierto de Estados Unidos en 2022, acabaron en triunfo de la exnúmero uno del mundo.
Swiatek, pese a haber caído al cuarto puesto este año y no ganar un título desde Roland Garros 2024, ha pasado bajo el radar en este Wimbledon, seguramente en el que menos presión ha tenido para ganarlo y ha sido muy convincente en todos sus partidos.
En los seis duelos hasta la final solo ha perdido un set, contra la estadounidense Caty McNally en segunda ronda. El resto de partidos los ha ganado por la vía rápida, incluyendo todos desde los octavos de final.
Contra Bencic, en un duelo desbalanceadísimo, la polaca solo cometió trece errores no forzados y estuvo especialmente certera en el apartado de ganadores, convirtiendo 26. Además, no cedió ni una vez su servicio y cerró el partido en poco más de una hora, en claro contraste con lo que se extendió la semifinal anterior, que se fue a más de dos horas y media entre Aryna Sabalenka y Amanda Anisimova.
Iguala también el mejor resultado de una polaca en Wimbledon en la Era Abierta, la final que Agnieszka Radwanska perdió contra Serena Williams en 2012.
“Nunca había soñado que sería posible estar en una final aquí. Estoy muy emocionada y muy sorprendida conmigo misma. El tenis no deja de sorprenderme. Nunca me había sentido cómoda en hierba y ahora lo estoy disfrutando“, dijo Swiatek una vez finalizado el partido.
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