Nicolás Jarry se metió este viernes y por primera vez en su carrera en unos octavos de final del Abierto de Wimbledon, uno de los torneos más prestigiosos del mundo.
Con su triunfo en cuatro sets sobre el brasileño Joao Fonseca, ‘La Torre’ se instaló entre los 16 mejores del ‘Grande’ sobre césped e igualó así el histórico registro de su abuelo Jaime Fillol (1974).
Y lo hizo entre lágrimas, abrazado a su esposa, en una imagen que simboliza su largo camino de resiliencia.
“Ha sido muy emotivo, porque fue un cuarto set muy difícil. Cuando acabé, todo se me vino encima y era pura alegría”, expresó el santiaguino.
“Creo que llevaba tiempo guardando emociones dentro de mí en el último año y he sido capaz de liberarlas ahí y disfrutar el momento”, agregó.
La raqueta de 29 años también evocó su primera visita a Wimbledon, cuando era apenas un niño y fue llevado por su abuelo, una leyenda del tenis sudamericano y uno de los fundadores de la ATP.
“Vine a Wimbledon cuando tenía 10 u 11 años y desde entonces he estado enamorado de este torneo”, recordó emocionado el que será próximamente el número uno del tenis chileno.
“Así que estoy muy feliz, porque cada partido que gano me hace que me quede un par de días más en el torneo. Esta es la vez que más tiempo me he quedado y ojalá que pueda seguir más”, complementó.
En la próxima ronda, el desafío será mayor para el chileno. Jugará con el británico Cameron Norrie, quien será alentado por su gente.
“Ha estado jugando muy bien los dos últimos meses. Creo que lo pasó mal el año pasado, pero ahora tiene confianza y está jugando en casa, lo que va a ser una ventaja para él”, señaló.
“Es un gran tipo, que batalla mucho, así que va a ser difícil. Tengo que ser muy rápido, muy consistente y no darle muchas opciones. Ser muy agresivo desde el comienzo del punto”, sentenció el ‘Nico’.
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