Un partido que cruzó por diversas emociones protagonizó la nueva número 1 del mundo, Aryna Sabalenka, que batalló por más de dos horas para vencer a Madison Keys.

La bielorrusa Aryna Sabalenka ganó la semifinal del US Open, en un partido estrecho y lleno de emociones de principio a fin por un marcador 0-6, 7-6(1), 7-6 (10-5) en dos horas y 32 minutos después de un partido épico contra Madison Keys.

A pesar de que Keys estuvo a milímetros de la victoria, la nueva número 1 desde este lunes, pudo sobreponerse al inapelable 0-6 en contra durante el primer set.

En tanto, ahora Sabalenka jugará este sábado la final del US Open, contra la dueña de casa Coco Gauff (6ª). Con un tenis que auguraba un triunfo fácil, Keys pulverizó a su rival al principio de su partido, mientras una desorientada Sabalenka intentó dar vuelta el lance,que incluyó gritos a su cuerpo técnico.

Sin embargo, cuando la estadounidense debía imponerse, concedió un break con un juego en blanco (5-5) lo que posibilitó la remontada de Sabalenka.

Keys, que llevó un vendaje en el muslo izquierdo en la última manga, ya no pudo recuperar el nivel del arranque y terminó entregando el partido.

El lapsus de Aryna Sabalenka

Un lapsus de la bielorrusa la dejó pensando que había ganado el partido, dejó caer su raqueta y momentáneamente comenzó a celebrar después de alcanzar siete puntos solo para darse cuenta de que le faltaban tres.

“Pensé que habíamos jugado el desempate hasta las siete. No lo sé, estaba por todos lados, no lo sé, fue una locura”, dijo riéndose durante su entrevista en la cancha. “Gracias a mi equipo, que me recordó que eran 10”, reconoció en el punto de prensa.

También expresó que su rival jugó en un nivel superlativo. “Era simplemente otro nivel. De alguna manera, no sé cómo, le di la vuelta a este partido (…). Estar en la final significa mucho para mí”, cerró.

Por su parte, a sus 19 años, Gauff es la gran sensación del tenis femenino en Estados Unidos y la estadounidense más joven en llegar a la final del Grand Slam de Nueva York desde Serena Williams en 1999.