Massú fue un guerrero cada vez que piso una cancha de tenis y lo demostró en su estilo, con un particular diálogo, en un duro duelo ante Mariano Zabaleta en el ATP de Kitzbühel (Austria).

Si hay una cosa que no se le puede rebatir a Nicolás Massú, doble campeón olímpico y ex 9º del mundo, fue su falta de ambición o carencia de espíritu de lucha a la hora de jugar.

El ‘Nico’ fue un guerrero cada vez que piso una cancha de tenis. Pese a no presentar el enorme talento de Marcelo Ríos o el derecho demoledor de Fernando González, el oriundo de Viña del Mar sacaba siempre a relucir su entrega y garra, con el que marcaba diferencias.

Y aquello, sumado a su tenis, le permitió ganar dos medallas de oro olímpicas -en singles y dobles en Atenas 2004-, seis títulos de la ATP, ocho de Challenger y fue dos veces consecutivas campeón de la Copa del Mundo por Equipos.

Uno de los torneos preferidos para el ‘Vampiro’ fue el ATP de Kitzbühel, en Austria. Allí, el nacional fue campeón el año 2004, además de finalista el 2003, cuartofinalista en 2002 y semifinalista el 2005.

En la arcilla del actual ATP Tour 250, Massú obtuvo uno de los títulos más emblemáticos. Venció a rivales de gran calidad en el circuito y además fue la antesala de la gesta histórica que conseguiría días después en los Juegos Olímpicos en Grecia.

Hace 19 años, el actual capitán del equipo chileno de Copa Davis llegaba al certamen austriaco como 13º del ranking mundial y como tercer sembrado del cuadro.

Un guerrero incansable en su año ‘dorado’

Una de las anécdotas se vivió en el duelo de cuartos de final con el argentino Mariano Zabaleta (31º), uno de sus grandes rivales en el profesionalismo y con el que protagonizó el duelo que derivó en los ‘sillazos’ en la serie de Copa Davis del 2000 en el gimnasio techado del Parque O’Higgins.

Un choque sudamericano de fuerzas parejas en el viejo continente. La primera manga quedó en manos del chileno por 7-6, luego de un 7-4 en el desempate.

Las manifestaciones de júbilo y enojo en la pista eran permanentes por parte de ambos jugadores. El ‘momentazo’ del match arribó en el primer game del segundo set, con el marcador 15-15, instante donde el ‘Nico’ demostró su enorme corazón y garra.

Luego de ganar el rally a Zabaleta, con el trasandino dejando un revés en la red desde el fondo, Massú soltó al momento de tomar posición un: “A mí me sacan en camilla conchatumadre de esta hueá”. La gigante manera de Massú de darse ánimo.

Incluso, segundos después, el abanderado chileno en los JJ.OO. de Sydney 2000 -de entonces 24 años- señaló: “hasta la medianoche jugando acá”, haciéndole saber al de Tandil que no se la haría fácil en este cruce por la ronda de ocho.

Finalmente, el ‘Gladiador’ se quedaría con la victoria con un doble 7-6 (8-6 en el desempate del segundo set) en casi 3 horas de ardua lucha, timbrando así su boleto a las semifinales.


Desde el 1:10.15

Y se quedaría con el título

En la ronda de los cuatro mejores, Massú chocó con un entonces ‘Top ten’, el alemán Rainer Schuettler (8º), e hizo trizas el favoritismo del europeo. Un 6-3 y 6-3 para instalarse en su primera final de la temporada.

Por la corona en Austria, el ex coach de Dominic Thiem se enfrentó al argentino Gastón Gaudio. El ‘head to head’ estaba hasta esa instancia igualado 2-2, aunque con el precedente que los últimos dos choques había quedado en manos del criollo.

Con un nivel superlativo desde la línea de base y un sólido servicio, Nicolás Massú grito ‘¡Campeón!’ al estructurar un score de 7-6 (3) y 6-4.

Este título fue el empuje necesario para que el chileno se convirtiera en el ‘Héroe de Atenas’, tras colgarse el 21 y 22 de agosto la presea dorada en dobles y singles, respectivamente.

Las emotivas frases que pasarán a la historia

Massú destacó por su garra y pasión en el tenis, dejando algunas frases para el bronce que quedaron en la memoria colectiva de los amantes del tenis.

La más famosa ocurrió en plena celebración del ‘18’, hace casi 14 años, en el confronte Chile-Austria por Copa Davis -por mantenerse en el Grupo Mundial-. Allí, Massú le regaló a los hinchas una de las jornadas más maratónicas del deporte.

Tras vencer a Stefan Koubek en un disputadísimo match de 5 horas y 14 minutos de duración, por 6-4, 4-6, 6-4 y 7-6 (6), el ‘Vampiro’ le daba el triunfo a Chile en la serie por 3-2. Pero lo más recordado vendría tras finalizar el partido, a eso de las 02:30 de la mañana.

Tras convertirse en el héroe nacional, Massú se dirigió en plena cancha al público de la medialuna de Rancagua. Frente a las cámaras de televisión lanzó un discurso fiel a su estilo, y con un final para enmarcar.

“Quería decirles que sin el apoyo de ustedes no hubiera ganado, porque estaba raja. Mira, lo único que les puedo decir, es que a nosotros con Paul (Capdevilla) y el equipo no nos tenían mucha fe. Nos dijeron que era muy difícil que ganáramos. Yo creo que en la vida nada es imposible, hueón. Ni una hueá. Nada”, sostuvo el ‘Nico’.

Las otras frases para el bronce

-“No soy pura garra como todos dicen. A pura garra no le habría ganado a Federer, Safin, Henman, Kuerten o Moyá”.

-“Le gané un partido increíble a Calleri en Buenos Aires. Gané partidos que tenía perdidos, cómo voy a dejar de luchar”.

-“No tendré el saque de Roddick, pero sí las piernas más rápidas y la mejor devolución. Eso también es talento”.

-“Siempre he sido un gladiador, desde chico que mi abuelo me lo inculcó. Es la forma en que siento el tenis”.

En su carrera ganó US$4,343,318, tuvo un récord en torneos de la ATP de 257-238 y en Copa Davis llegó a 29-15 (19-8 en singles) en 22 series.