El ruso Daniil Medvedev (2°) dejó una imagen dramática la final de su partido contra Alexei Popyrin (86°) en el que avanzó a octavos de final este domingo, ya que terminó con evidentes molestias físicas que no le permitían ni siquiera caminar de manera normal.

Si bien al final del segundo set ya mostraba molestias, específicamente en el tercero pidió ayuda de los fisios y en los últimos dos juegos del partido el ruso ya cojeaba. De hecho, cuando sirvió para el 6-4 final del último set casi ni se movía y solo sacó adelante el partido tratando de mover lo menos posible el tren inferior.

Finalmente el partido terminó 7-6, 6-7 y 6-4 para el número 2 del mundo que avanzó a octavos de final del Masters 1.000 de Miami.

En la conferencia de prensa posterior al encuentro, el ruso reconoció que “En lo único en lo que estaba pensando era en no caerme, porque si me caía, no pensaba que pudiera levantarme de nuevo. Hubo varios momentos en los que quería recostarme y decir ‘vale, se acabó’. Entonces supe que eso no podía aceptarlo. Al final fue que casi no podía caminar, las piernas no me seguían. No podía doblarlas ni enderezarlas, tenía que mantener la misma postura y no podía dar un paso de más de 10 centímetros”.

“Siento que fue un partido divertido en cierto modo, un partido para recordar. Para mí, por supuesto, no para él. ¿Sabes? Lo gracioso es que debería haber ganado en dos sets. No deberíamos estar aquí hablando de ello, pero aquí estamos. Es un partido para recordar, sin duda”, complementó, según constata AS.

Este martes Medvedev deberá enfrentar a France Tiafoe por los octavos de final del torneo.