Nicolás Massú habló sobre el pasado de su familia materna y contó que sus abuelos estuvieron en Auschwitz, el mayor complejo de tortura y exterminio de la segunda guerra mundial.

En conversación con la página de la ITF, el chileno habló de su pasado contextualizando la fortaleza mental que lo caracteriza.

“Cuando trabajas por un sueño, lo puedes cumplir. Para nosotros los sudamericanos es difícil, no tenemos muchos torneos locales, entonces tenemos que viajar mucho y muy lejos de casa, de nuestras familias. Pero desde que fui joven traté de mantenerme positivo y de ser mentalmente más fuerte que los rivales. Siempre quería ganar”, contó.

Sobre sus abuelos maternos, explicó que “Vivieron en la segunda guerra mundial, estuvieron en Auschwitz. Mi abuelo fue quien me introdujo en el tenis. Por muchos años me apoyó llevándome y yéndome a buscar al club”.

“Mi abuela tiene 94 años y todavía tiene su número del campo de concentración tatuado en su muñeca. Me explicaban lo que habían vivido ahí, entonces tengo esa fortaleza por ellos. Si ellos pudieron sobrevivir a eso, ¿Cómo no voy a ser positivo cuando juego tenis?”, reflexionaba.

Evolución con Thiem

El chileno es hoy por hoy uno de los mejores entrenadores del circuito. Junto a Dominic Thiem han logrado ascender en el ránking y hasta amenazar al ‘Big Three’.

En ese sentido, reconoce que “Una de las metas fue mejorar su juego en cancha dura y ahora no sé si es que tiene mejores resultados en arcilla o en cancha dura. Tiene un gran nivel en ambas superficies, pero necesitamos mejorar en pasto”.

Sobre el comienzo de la relación, Massú asumió que “no nos conocíamos mucho (con Thiem), pero hablamos mucho y nos adaptamos el uno al otro. Viajamos mucho juntos y pensamos el tenis de una manera similar. Cuando empecé a trabajar con él, sabía que mejoraría en cancha dura con unos pequeños ajustes a su juego”.