Los organizadores del Abierto de Estados Unidos, uno de los cuatro Grand Slams del calendario tenístico, están “considerando seriamente” celebrar el torneo en otra sede debido a la pandemia de Covid-19, informó el diario The New York Times.

“Después de aferrarse durante semanas a las esperanzas de celebrar el Abierto en su tradicional sede de Nueva York con aficionados, la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) ha comenzado a explorar seriamente una serie de planes alternativos para el evento” explicó el diario.

A pesar de que faltan tres meses para la fecha prevista del torneo (24 de agosto al 13 de septiembre), el desarrollo de la pandemia y el riesgo financiero de una posible cancelación han llevado a la USTA a analizar el escenario de disputar el Abierto en una sede diferente a Flushing Meadows, en el barrio neoyorquino de Queens, dijo el diario.

Entre los escenarios alternativos que menciona el reporte están la ciudad de Orlando (Florida) y Palm Strings (California), donde se encuentra la sede del torneo de Indian Wells.

El Abierto de tenis representa alrededor del 80% de los ingresos de la USTA, señaló el diario, lo que sería razón más que suficiente para intentar sacarlo adelanta ‘como sea posible’.

La celebración del Abierto está en entredicho desde que los circuitos de tenis ATP (masculino) y WTA (femenino) suspendieron sus torneos en marzo por el nuevo coronavirus.

Los otros dos torneos de Grand Slam que restaban del calendario 2020 fueron uno cancelado (Wimbledon) y el otro aplazado a septiembre (Roland Garros).

A mediados de abril, los organizadores del Abierto de Estados Unidos avanzaron que la decisión final sobre la disputa del torneo se tomará en junio y, aunque no descartaban ninguna opción, consideraban improbable celebrarlo sin espectadores.

El estado de Nueva York es el epicentro de la crisis del coronavirus en Estados Unidos, con más de 345.000 casos confirmados y más de 27.000 muertes.