Batalló hasta el final. El pupilo de Nicolás Massú, Dominic Thiem, jugó un partidazo pero no le sirvió para derrotar al imbatible Rafael Nadal, quien conquistó su duodécimo título de Roland Garros.

Tras la final, el austriaco agradeció al público y declaró estar muy triste por no haberse quedado con el torneo de tierra batida.

“Han sido dos semanas excelentes para mí, amo este torneo con todo mi corazón y al público. Estoy muy triste por haber perdido pero bien hecho, eres una leyenda (Nadal). Irreal”, dijo.

Además, aprovechó de agradecerle a su equipo, comandado por Nicolás Massú, por el apoyo durante el tour.

“Mi equipo ha sido una gran familia en el tour, gracias por todo, significa mucho para mí y espero que estén conmigo cuando gane el título aquí”, cerró.