No es habitual ver a Novak Djokovic cabizbajo. El tenista, número uno del mundo en el ranking ATP, ha acostumbrado al mundo del deporte a una abrumadora hegemonía, la que parecía extenderse tras ganar el Abierto de Australia a comienzo de año. Lo cierto es que a la sala de conferencias, donde estaba presente BioBioChile y Radio Bío Bío, el multicampeón entró en silencio.

“Hace varios años que no perdía tempranamente en dos torneos de esta envergadura, tengo que pensar qué está pasando con mi tenis”, reflexionó el tenista, entre el asedio de los periodistas presentes en el Hard Rock Stadium de Miami.

El verdugo de Djokovic fue Roberto Bautista, quien dio cuenta del serbio en 3 sets: 1-6 / 7-6 / 6-3. El partido fue inusual. `Nole`comenzó dominando el primer parcial con categoría. Sin embargo, cuando la segunda manga se encontraba 3-3, el juez de silla decretó la suspensión del encuentro porque la lluvia se hacía presente en Miami. El regreso de camarines escribió una nueva historia.

Bautista mejoró notoriamente el nivel de juego, ante el desconcierto del líder del ranking ATP. El ibérico, número 22 del orbe, se quedó con la segunda manga y no tuvo problemas para definir la tercera. Djokovic decía adiós a su segundo Master 1000 en un mes, mostrando una evidente baja en su juego, muy distinto al remate de temporada que tuvo en 2018, tras superar su lesión al codo que lo había llevado a abandonar el Top 20 por primera vez en 11 años.

“Siempre he tenido momentos difíciles en mi vida y jugaba igual, no veo algo que podría estar afectándome en este momento”, señaló Djokovic sobre el final de su conferencia de prensa, agregando que espera mejorar su nivel con el comienzo de la temporada en tierra batida: “debiese ser una superficie cómoda, pero con este nivel de juego no puedo anticiparme”, concluyó ‘Nole`.