Un día, llego su turno. Con un historial con más decepciones que abrazos victoriosos, este sábado Christian Garín tuvo su día de gloria jugando Copa Davis por el equipo chileno, tras darle el quinto y definitivo punto para vencer 3-2 a Austria y conseguir un boleto al Grupo Mundial.

Siempre apuntado por sus dificultades en el torneo de países, Garín se vio con la responsabilidad de cerrar la serie ante Jurij Rodionov. Un partido en el que era favorito por ranking y experiencia, pero donde la sombra de dolorosas derrotas ponía en duda su situación.

Pero el ‘Tanque’ dio el paso que muchos esperaban, tomando el control del partido con un juego sólido y desplegando gran parte del talento que posee y que ha empezado a aprovechar en el circuito desde la temporada pasada, metiéndose entre los 100 mejores del listado mundial.

Como un final de película, el último punto del partido fue ace que dejó sin opción a Rodionov. Garín se desplomó, casi dejando atrás el peso que cargaba en su espalda, para luego recibir el abrazo emocionado del capitán Nicolás Massú, que recordó otras jornadas de gloria del tenis nacional. Simplemente, una imagen para el recuerdo.