Esta semana se confirmó una de las noticias más esperadas por los fanáticos nacionales del tenis: Marcelo Ríos, exnúmero uno del Mundo e ídolo de la disciplina, volverá a una cancha para disputar una exhibición con el ecuatoriano Nicolás Lapentti.

La información se propagó rápidamente. El ‘Chino’, probablemente uno de los mayores talentos de este deporte en su historia, intentará demostrar que su magia sigue intacta.

Y no, no estamos exagerando. De hecho, no por nada Ríos se convirtió en el primer tenista en alcanzar la cima en todas sus categorías: juvenil, profesional y veteranos.

Pero eso no es todo. Marcelo -tenísticamente- siempre fue tan bueno que muchas veces terminó ‘traumando’ a sus rivales. ¿Su víctima favorita? Los argentinos.

“Alguien con el que odiaba jugar era el Chino Ríos… Sentía que me sobrepasaba en el talento. No podía entrar a la cancha. Me hacía sentir un tarado dentro de la cancha, me paseaba”, dijo en su momento el trasandino Gastón Gaudio.

Gustavo Díaz, el argentino que quiso dejar el tenis tras perder con Ríos

El ‘Gato’ Gaudio no es el único en el vecino país que se sintió ‘sobrepasado’ -en todo sentido- por el ‘Chino’. Sin ir más lejos, existe otro jugador que sufrió de tal manera que hasta incluso pensó en dejar la actividad: Gustavo Díaz.

Díaz se había transformado en uno de los mayores rivales de Ríos en su época juvenil. ¿La razón? En uno de sus primeros enfrentamientos el trasandino se burló haciendo alusión a la baja estatura de Marcelo: “Esto no es para enanos”, “petiso de mierda” y “qué futuro tenés vos en el tenis con ese porte”, fueron algunas de sus frases.

Juan Pablo Figueroa Rubio / Captura Youtube
Juan Pablo Figueroa Rubio / Captura Youtube

Sin embargo, un día llegó la ‘gran revancha’. Era diciembre de 1993 y Ríos luchaba por cerrar el año en la cima de la categoría. La ciudad mexicana de Mérida, en Yucatán, estaba convulsionada con los mejores juveniles del Mundo.

Con ese inmejorable escenario Ríos le dio un ‘baile’ a Díaz en cuartos de final, uno que seguramente aún no olvida. De nada sirvió al ‘Albiceleste’ iniciar el partido 2 a 0 arriba. Tras fallar una volea fácil se desmoronó a tal punto que el chileno ganó 12 ‘games’ consecutivos para quedarse con la victoria 6-2 y 6-0. Paliza.

“Es la noche de su vida. Tenísticamente hablando le sale todo lo que un tenista sueña con ejecutar en cancha”, escribió sobre este partido el periodista Nelson Flores en su libro ‘El extraño de pelo largo’.

Flores complementa en su publicación que el ‘Chino’ exhibió “un tenis de fantasía, matizado por ‘drop-shots’, ‘globitos’, ‘passing’, voleas cortas y anguladas. Jugadas de alto lujo que la gente celebra con júbilo”.

¿Qué ocurrió con Díaz tras la ‘humillación’? Flores detalla que el argentino alcanzó un estado de total desesperación. Ingresó furioso al camarín, rompiendo su raqueta de tantos golpes al suelo.

Llegaron médicos y también el entrenador para intentar consolarlo. “La culpa es compartida”, dijo este último para calmar a su pupilo. Pero no fue suficiente. Díaz lloró y largó una frase que conmovió -y sorprendió- a los presentes: “No jugaré más tenis en mi vida, la puta que me parió”. La venganza de Ríos estaba consumada.

Juan Pablo Figueroa Rubio / Captura Youtube
Juan Pablo Figueroa Rubio / Captura Youtube

En semifinales Ríos superaría al brasileño Gustavo ‘Guga’ Kuerten. Eso sí, la final la perdería con Marcio Carlson, también del país de la ‘samba’, quien mostró un buen nivel y además se aprovechó de una noche de juerga del ‘Chino’ horas antes del partido, relata el libro antes mencionado.

Consignemos que con el paso de los años Marcelo Ríos alcanzaría el número uno del ranking ATP. Díaz, por su parte, registra como mejor ubicación el 622, alcanzado en agosto de 1996 -el chileno ya estaba en el 11° a esa fecha-. El “chiste se cuenta solo”, dicen algunos.