Serena Williams y Naomi Osaka disputarán la final del Abierto de Estados Unidos, un encuentro para la historia en el que la estadounidense buscará convertirse en la jugadora más condecorada de todos los tiempos y la nipona tratará de sumar el primer Grand Slam de una tenista japonesa.

En el primer encuentro de la velada de jueves, Serena pasó por encima de la letona Anastasija Sevastova para avanzar a su novena final del US Open y 31ª de un torneo “mayor”, pudiendo igualar los 24 títulos de la australiana Margaret Court en Grand Slams.

Williams, decimoséptima sembrada un año después de ser madre y seis veces campeona en Nueva York, remontó un quiebre temprano para acabar ganando el partido en sets corridos de 6-3 y 6-0, en una hora y seis minutos.

“Es increíble. Hace un año estaba luchando literalmente por mi vida tras haber tenido un bebé. Ahora estoy muy agradecida simplemente por tener la oportunidad de jugar este deporte”, comentó Williams emocionada tras el choque.

“Ahora cualquier cosa es una victoria. Y esto no hace más que empezar. He vuelto hace unos meses. Esto es solo el comienzo, estoy muy emocionada”, agregó.

Una final en el tiempo

“Te quiero”, le dijo Osaka a su próxima rival unas horas antes de medirse a ella.

La nipona se enfrentará a su ídola el sábado, tras ya haber hecho historia el jueves al ser la primera japonesa en llegar a la final de un Grand Slam. 

Y lo hizo por la puerta grande, salvando 13 bolas de quiebre y siendo superior a la Madison Keys, finalista de la edición pasada, por 6-2 y 6-4.

¿La clave del partido? “Estaba pensando: ‘quiero jugar contra Serena"”, reconoció Osaka, quien recibió un “¿Por qué?” como contrapregunta del periodista. Su respuesta: “¿Por qué? ¡Porque es Serena!”, visiblemente emocionada.

En un choque en el que ninguna de las dos brilló a su nivel habitual, Osaka hizo acopio de serenidad, aprovechó tres de las cuatro bolas de ruptura de las que gozó y, sobre todo, supo gestionar las 13 en contra que tuvo para sumar el mayor triunfo de su carrera, unos meses después de coronarse también en Indian Wells.

Ahora, Serena, de 36 años, contra Osaka, de 20, en una final histórica pase lo que pase. En una final entre el presente y el futuro del tenis mundial.