Nueva Zelanda, más cómoda que la semana pasada, se adjudicó la Bledisloe Cup y su primer partido del Rugby Championship-2021 a costa de Australia (57-22), este sábado en el Eden Park de Auckland, donde permanece invicta desde 1986.

La victoria del sábado pasado fue mucho más complicada de conseguir (33-25) frente a unos Wallabies que anotaron tantos tries -cuatro- como los All Blacks.

Las aguas volvieron a su cauce este sábado y el partido entre los dos equipos oceánicos se convirtió en un recital neozelandés en la segunda mitad: ocho tries a tres en total, después de que el marcador al descanso (21-15, tres tries a dos) diera esperanzas a los australianos, a pesar de un inicio desastroso.

Desde el minuto 4 los Blacks tomaron ventaja (7-0) con una interceptación magistral seguida de una carrera de 90 metros de Rieko Ioane. Los Wallabies tuvieron la ocasión de empatar gracias a un try de Andrew Kellaway, pero el joven centro Noah Lolesio (21 años), ya desafortunado la semana pasada, falló la transformación (7-5, minuto 8).

Nueva Zelanda abrió brecha con dos tries de Brodie Retallick (24) y Julian Savea (33) que hicieron temer lo peor para los australianos.

Los Wallabies, más ágiles que potentes, recortaron distancias gracias a un penal de Lolesio (31) seguido de un try del medio scrum Tate McDermott en el último segundo del primer tiempo (minuto 40), aprovechando un extraño momento de desconcentración de los locales.

Pero en la reanudación el suspenso dio paso a un dominio abrumador de los Blacks, pasado en poco tiempo de ganar por 38-15 a hacerlo por 50-15 luego de una ráfaga de tries de los kiwis. Destacó, tras otra interceptación, el try de Sevu Reece (54) tan letal como el de Ioane al comienzo del duelo.

El balance es muy claro: ocho tries contra tres, lo que permite a los All Blacks prolongar su férreo dominio en la Bledisloe Cup, de gran simbolismo, que llevan ganando desde 2003. Además siguen invictos en el Eden Park desde 1986, con 46 ‘test matches’, 22 de los cuales frente a Australia.

El marcador no reflejó sin embargo la feroz resistencia de los Wallabies, felices de poder contar con McDermott y Kellaway, autor de un doblete (8, 69) que limitó los daños, ante unos All Blacks capaces de aprovechar la mínima oportunidad para infligir daños severos.