Los ingleses Steve Thompson (42 años) y Michael Lipman (40) junto al galés Alix Popham (41) lideran una demanda que realizarán contra la World Rugby, la Rugby Football Union inglesa y la Welsh Rugby Union.

Los exjugadores acusan a las autoridades del deporte de no cuidar lo necesario a los jugadores luego de que a su corta edad les diagnosticaran problemas vinculados a daños cerebrales que sufrieron por los golpes que recibieron durante su carrera.

En el caso de Steve Thompson fue campeón mundial con Inglaterra en 2003, en aquel equipo liderado por Jonny Wilkinson, pero no recuerda absolutamente nada recién a sus 42 años. “No recuerdo haber ganado el Mundial. Puedo verme ahí saltando y celebrando. Pero no puedo recordarlo. Honestamente, no conozco el resultado de ninguno de los partidos. No recuerdo ni haber estado en Australia”, lamenta el jugador.

“Sabiendo lo que sé ahora, desearía no haberme convertido nunca en profesional. Pasé de trabajar en una obra y entrenar dos veces a la semana a entrenar todos los días, a veces dos veces al día”, explica el británico.

En tanto, el galés Popham contó su historia en la BBC y en el reportaje explica que fue diagnosticado con demencia precoz a sus 40 años, provocado por daño severo en el cerebro producto de los golpes que recibió. Pronostican que a sus 50 años deberá estar siendo cuidado en su casa.

Su señora, entre lágrimas, cuenta que “Mi mayor temor es por nuestra hija. Mi mayor temor es que pierda a su papá”.

La demanda

El estudio de abogados Rylands llevará a cabo la demanda de estas tres estrellas del rugby que a su temprana edad sufren a diario las consecuencias. Adelantaron que tienen preparadas nuevas demandas de un centenar de jugadores, de entre 20 y 50 años.

Los abogados aseguran que los peligros del rugby se han conocido desde 1975, pero que con el tiempo los cuidados se han ido reduciendo. Ejemplifican con el descanso que le exigían a los jugadores que sufrían contusiones cerebrales de al menos tres semanas. Esto fue reducido a 6 días desde 2011.