En su último partido del Rugby Championship y a menos de seis semanas para debutar en el Mundial-2019, Nueva Zelanda recibió una paliza (47-26) por parte de Australia este sábado en Perth.

Aunque los Wallabies se han puesto líderes de la clasificación, a Sudáfrica le sirve un empate este sábado en Argentina para conseguir su primer título de esta competición, creada en 2012 y que reemplazó al Torneo de las Tres Naciones para incluir a los ‘Pumas’.

Dominados ampliamente por los australianos desde el pitido inicial, los All Blacks dieron la sensación de reengancharse al partido durante unos veinte minutos en los que demostraron una gran eficacia convirtiendo sus ocasiones: un try de Anton Lienert-Brown validado por el video y convertido por Mo’unga, y luego otro de Rieko Ioane.

Pero los neozelandeses, que habían encajado el primer try de Reece Hodge (10), pagaron su indisciplina y la gran actuación de Christian Lealiifano, autor de 13 puntos.

Luego el partido se puso aún más cuesta arriba para los All Blacks con la expulsión de Scott Barnett por un codazo (40).

Es solo la cuarta tarjeta roja de la historia de la selección neozelandesa. La última la había visto Sonny Bill Williams en julio de 2017.

Antes del debut de los vigentes bicampeones del mundo en Japón-2019 contra Sudáfrica el próximo 21 de septiembre, los aficionados neozelandeses más supersticiosos tienen con lo que consolarse: las dos únicas ocasiones de la década en las que su selección no se coronó en el Rugby Championship o en el Torneo de las Tres Naciones, ganó la Copa del Mundo inmediatamente después (2011, 2015).