La llegada de Quique Setién al Barcelona sorprendió a muchos catalanes así como también a él mismo como ha reconocido. En España ya especulan con las posibles estrategias y formaciones que podría usar tanto en su debut como en los partidos importantes de la temporada.

La pregunta para los chilenos es ¿Qué posibilidades tiene Arturo Vidal de jugar con el nuevo entrenador? La realidad es que viendo los antecedentes inmediatos del cántabro y las características de los jugadores que sumaron más minutos en su última temporada con el Betis, la respuesta – en primera instancia y de manera predictiva – es que el chileno tendría poca participación.

En la última temporada que Quique Setién estuvo dirigiendo, usó muchos mediocampistas, lo que pareciera ser algo positivo para Vidal. Sin embargo, los jugadores que utilizó en su mayoría eran de características muy distintas a las del chileno.

Terminó la temporada 2018-2019 usando mucho un esquema de 1-3-4-1-2, que lo alternaba con un 1-3-4-3 o hasta un 1-3-6-1. Pero los números pierden importancia cuando se intenta entender el estilo de juego de Setién en aquel Betis que hasta logró ganarle al Barcelona en el mismísimo Camp Nou por 4-3, y lo más importante, dominando el partido (no así el balón, como en pocos partidos).

Con un estilo agresivo, solía poblar mucho el mediocampo ya que se preocupaba de presionar insistentemente tras la pérdida de balón con los jugadores cercanos a este, haciendo retroceder a ciertos jugadores respecto a la línea del balón solo a algunos que estaban lejos de la zona donde se disputaba el balón.

Un factor que beneficia esta estructura es el juego posicional que propone Setién tanto en ataque como en defensa. En ataque es claro y ordenadamente sus jugadores ocupan todos los pasillos, haciendo corto el equipo hacia adelante para ahogar al rival y en ataque buscar espacios entre las dos líneas defensivas de los rivales. En su defecto, hacía daño por fuera, con especialistas como Joaquín o Junior Firpo.

En el video se ve claramente cómo a través del juego posicional el Betis de Setién ocupaba todos los pasillos en ataque y acumulaba mucha gente en fase ofensiva. Buscaban las superioridades en colectivo y presionaban rápidamente tras pérdida.

Si bien Vidal presiona bastante cuando el rival tiene el balón en la transición ofensiva, este muchas veces lo hace en forma desordenada, haciendo un efecto dominó que hace ver mal a sus compañeros que quedan en inferioridad numérica en ciertas zonas.

El juego posicional con la presión y la posesión del balón son una marca registrada de Setién. Justamente esos tres argumentos son la base del fútbol del ‘ADN Barcelona’. La posible baja participación de Vidal en el Barcelona de Setién se puede sacar como conclusión cuando uno ve los jugadores que usaba en el Betis.

El volante de contención indiscutido fue William Carvalho. Un portugués con gran capacidad técnica que se asimila mucho a lo que es Sergio Busquets en el Barcelona. Muy buen intérprete para tomar relevos, cubrir espacios para posibles pases rivales y un juego posicional que marca la pauta del equipo. Ese puesto debería ser de Busquets, prácticamente asegurado.

Delante de él se turnaron Sergio Canales, Andrés Guardado y Giovanni Lo Celso. De los tres su máxima virtud es la técnica y distribución. Gracias al juego posicional eran los que comandaban las superioridades tanto numéricas como cualitativas en la transición ofensiva de ese Betis por los pasillos centrales.

Son los responsables de que la posesión del balón casi siempre fuera favorable al Betis, logrando alcanzar hasta un 75% en este ítem contra el Rennes en la ida de los 16avos de final de la Europa League 2018-2019 en el partido jugado en Francia.

En este extracto del mismo partido del anterior y ya pasada la hora de juego, el Betis continúa presionando alto tras pérdida y se reorganiza con criterio para armar nuevamente el ataque.

Aspectos positivos para Vidal

Pese a que de entrada no calzaría con las características que Setién busca en el medio del campo, Arturo Vidal tiene algunos factores que le juegan a favor. Debido al amplio e intenso recorrido que deben tener los volantes, en los segundos tiempos generalmente cambia al menos a 2. De hecho, en el Betis luego de los 60 minutos aproximadamente, la intensidad del equipo empezaba a decaer por razones físicas.

Ahí el chileno podría ser un tanque de oxígeno. Además, Vidal tiene mucha llegada al arco rival, algo que en ciertos partidos es necesario ya que el centrodelantero (Jesé o Loren Morón en Betis) comenzaban a realizar diagonales hacia afuera para no darles referencia a los marcadores centrales rivales. Ahí, abren un pasillo por el centro para los medios que vienen desde atrás, algo que Vidal hace muy bien y lo ha mostrado con el uruguayo Suárez.

La posesión de balón que tenía el Real Betis (sobre el 60% la gran mayoría de los partido) también se reflejaba en los remates al arco rival. En los últimos cinco partido de la temporada el Betis siempre remató más de 10 veces al arco rival, llegando a 23 contra el Espanyol por la Copa del Rey. Ante el Barcelona (en la victoria de los sevillanos por 4-3), cuando fue dominado en posesión, remató en 15 oportunidades al arco, contra 20 de los catalanes.

Otro ítem a tomar en cuenta y que es muy importante en los equipos de Setién es la precisión en los pases ya que sirve para mantener la posesión y posición. En lo que va de esta temporada, el chileno tiene un 87% de precisión en los pases, lo mismo que William Carvalho y Sergio Canales en el Betis, que son jugadores más relacionados con la distribución y buen trato de balón. A Lo Celso y Guardado los supera.

Sin embargo y como es de esperar, los otros jugadores del mediocampo del Barcelona y que podrían ser competencia de Vidal (Busquets, Rakitic, Sergi Robert, De Jong y Arthur) todos tienen hasta ahora un mayor porcentaje que el chileno. En cualquier caso, estas son cifras que ayudan, pero no determinan, ya que como todos saben, los pases entre defensores centrales no tiene la misma exigencia que la de los delanteros o jugadores ofensivos, por ejemplo.

En resumen, Arturo Vidal no es un futbolista que se caracterice por ser un jugador posicional, algo que es vital e innegociable en los equipos de Setién. Sin embargo, el chileno ha demostrado un poder de adaptación a distintas tareas y posiciones dentro del Barcelona. Además, con la ausencia de Arthur Melo por lesión, tiene tiempo para convencer al cántabro dentro de la cancha en los primeros partidos.