La decisión no dejó a nadie indiferente. El Consejo Nacional de Educación (CNED) aprobó cambios para el currículum de tercero y cuarto medio en todo tipo de establecimientos, medida con la cual la formación contará con seis asignaturas obligatorias y hasta 27 opcionales.

Y sin dudas, entre los cambios más significativos, está que Educación Física, al igual que Historia, pasará a ser un ramo optativo. ¿Cómo se explica que un país como Chile, con índices tan catastróficos de obesidad y enfermedades asociadas, deje de tener actividad física en sus liceos?

Las autoridades defendieron la medida asegurando que, así, se aumentan las horas de libre disposición para que los establecimientos puedan dedicar ese espacio a Educación Física, porque los colegios que actualmente tienen más de dos horas a la semana lo hacen utilizando esta modalidad.

¿Qué colegios, disculpen? ¿Hay establecimientos públicos en esa estadística? ¿Está bien justificar quitar la obligatoriedad de la educación física en todos los colegios porque hay algunos que han trabajado bien en una modalidad diferente? Me parece que no. Si habrá más horas de libre disposición se deberá contratar más profesores o personas que estén a cargo de esas horas que, en el papel, estarán destinadas al deporte. ¿Podrán costear eso todos los establecimientos?

Y hay otro detalle. Entre 14 y 17 años, los estudiantes optan por seguir adelante como deportistas de alto rendimiento o dejar sus carreras como simple recreación juvenil.

¿Qué mensaje se les entrega a ellos? ¿”Si quieres hacer deporte debes estar más horas en el colegio”? ¿”Busca otro colegio donde te ayuden, no es mi obligación darte un tiempo para practicar”? A la larga, el mensaje será “debes arréglatelas tú”.

Así será muy difícil que nuevos deportistas brillen en el futuro. Somos un país que no destaca precisamente por muchos logros en competencias y, si algún competidor consigue algo importante, es por méritos propios porque el Gobierno, sea del lado que sea, nunca ha aportado mucho a su desarrollo.

Vale la pena destacar, para mal, que Chile es el segundo país de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en índices de sobrepeso, solo superados por Estados Unidos.

Además, el 34,4% de la población chilena mayor de 15 años presenta altos índices de obesidad. Lo anterior, validado por la última encuesta nacional de salud que sacó a luz que el 74% de la población tiene sobrepeso

Números nada alentadores que, sumados a lo decidido por el CNED, hacen prever que el deporte en nuestro país estará cada vez más privatizado y menos desarrollado para niños y jóvenes.

Sigamos teniendo a los menores más horas sentados en los colegios, para que luego lleguen a sentarse frente a los televisores y teléfonos. Sigamos forzando el deporte, para que menos personas se interesen en él. Sigamos romantizando los méritos deportivos, para que así las autoridades sigan lavándose las manos.

Y al resto, apoyemos de verdad el deporte y fomentemos su desarrollo porque, a todo esto, se nos viene la Copa América y la mayoría ya está preparando los asados y la cerveza para ver a la selección durante junio. Pero, en julio, volveremos a la rutina sedentaria.