El Dakar es considerando la carrera más difícil del mundo y ha cobrado una treintena de vidas. Esa lista pudo engrosarse de no ser por Carlo de Gavardo.

El Rally Dakar es considerado la carrera más difícil del mundo, y méritos para recibir ese calificativo tiene de sobra.

Extensas etapas, abrasadores climas y caminos desconocidos le han jugado malas pasadas a muchos competidores, cobrando hasta su edición 2022 una treintena de víctimas fatales.

Y esa lista de malogrados pilotos pudo haberse engrosado de no ser por Carlo de Gavardo, el fallecido deportista chileno, que en una edición del Dakar salvó la vida del piloto italiano Federico Ghitti.

Ocurrió en la versión 2009 del evento motor, en el primer año del Rally en Sudamérica, cuando las motocicletas, vehículos, camiones y quads recorrieron Argentina y el norte de Chile.

De Gavardo, quien en ediciones anteriores participó en la categoría motos, ese año estuvo al mando de un buggey T3 acompañado de su navegante Jean Brucy.

Carlo de Gavardo en el Rally Dakar.
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Una etapa sangrienta

La quinta jornada del Dakar 2009 es recordada por pilotos y organizadores como una de las más difíciles en la historia de la carrera.

El circuito, comprendido entre Neuquén y San Rafael, fue acompañado de un clima nunca antes visto en la competencia: sol, calor, viento de cordillera, lluvia, granizo y, por momentos, nieve.

La etapa se extendió hasta largas horas de la madrugada, con varios pilotos que perdieron el rumbo en una zona de 20 kilómetros de dunas y cercana a la cordillera de Los Andes.

Ya de noche, De Gavardo seguía en competencia. Según comentó el chileno en su momento a Emol, jamás vio un escenario similar en una carrera: autos incendiados, camiones volcados y competidores heridos o clamando por ayuda.

“Fue una etapa sangrienta. Era increíble ver lo que estaba pasando, junto a Jean quedamos absolutamente asombrados de ver todo devastado a nuestro alrededor. Era como estar pasando después de una guerra y ver cómo la gente trataba de sobrevivir, claro que aquí era sobrevivir para una nueva etapa…”, contó el nacido en Huelquén.

Si bien la preocupación y las ganas de ayudar existían, el piloto chileno y su navegante optaron por reportar la situación de sus maltrechos colegas y concentrase lo más posible en la carrera para no sufrir desperfectos mecánicos.

Pero en la zona de Nihuil, a unos 18 kilómetros de la meta, la carrera de De Gavardo y Brucy cambió para siempre.

“Pensábamos que estaba muerto”

Una motocicleta en el suelo y un piloto tumbado a su costado alertaron a la dupla, que se acercó al herido competidor con gritos y ruidos para intentar despertarlo.

Pero ni el bullicio ni la fuerte lluvia que caía a esas horas en Nihuil inmutaba al italiano Federico Ghitti.

Federico Ghitti en el Dakar 2012.
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“Pensábamos que estaba muerto, pero nuestra alma volvió al cuerpo cuando constatamos que tenía pulso. Tratamos de preguntarle el nombre pero no respondía, después de un rato le entendí algo como ‘Federico’, pero a esa altura no importaba. Su vida era lo único que nos preocupaba, estaba con hipotermia”, detalló Carlo De Gavardo.

Ante la inerte reacción del motociclista, el chileno y su navegante subieron a duras penas al europeo a la parte trasera de su vehículo, donde gracias al calor del motor Ghitti logró reaccionar.

“No podíamos dejarlo sólo, no dudamos en llevarlo hasta la meta pues estaba cerca”, agregó el fallecido deportista nacional, quien llevó consigo al maltrecho piloto hasta el siguiente enlace, donde fue atendido por personal médico.

“Había terminado una verdadera pesadilla para él y por supuesto para nosotros”, recalcó Carlo De Gavardo, quien se quedó sin bencina a un par de kilómetros del campamento y debió ser asistido esa noche por lugareños que disfrutaban de la carrera.